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La economía mexicana ingresó en septiembre en una fase de desaceleración, ocasionada en gran medida por el debilitamiento de la demanda externa global, consideró hoy viernes el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El presidente del organismo, Angel García-Lascurain, indicó en una rueda de prensa que el indicador IMEF manufacturero se ubicó en septiembre en zona de contracción, en las 49,8 unidades, tras un semestre de haber permanecido en etapa de expansión.
En tanto, el indicador IMEF orientado al sector servicios bajó a los 50,1 puntos en el noveno mes del año, aunque se mantuvo por séptimo mes en zona de crecimiento.
"Estos resultados son congruentes con un debilitamiento de la demanda externa asociado a los problemas globales en las cadenas de suministros y el significativo aumento en los costos de transporte", indicó el IMEF.
"Durante el tercer trimestre la actividad económica nacional sufrió una importante desaceleración", agregó el reporte del organismo, que integra a los principales directivos financieros del sector privado.
El IMEF acotó que la presencia de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) sigue siendo uno de los principales riesgos a la baja para la economía global, por un avance "desigual" en los procesos de vacunación.
En el caso de México, añadió, las ventas minoristas han reducido su ritmo de avance, al tiempo en que se ha deteriorado la confianza del consumidor en los últimos meses.
Las cifras comerciales más recientes, abundó el IMEF, señalan una caída importante en las exportaciones del sector automotriz en agosto, aunque la demanda por importaciones en general sigue avanzando a buen ritmo.
La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, se contrajo un 8,3 por ciento en el 2020, su peor registro desde la década de 1930, por las afectaciones derivadas de la COVID-19.
El gobierno mexicano proyecta una expansión hasta del 6,0 por ciento este año.
