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El Gobierno de México busca reorientar la cooperación con Estados Unidos en materia de seguridad con el objetivo de comenzar a obtener resultados positivos y dejar en el pasado los fracasos, derivados de hacer siempre lo mismo, sostuvo hoy el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Al comparecer ante el Senado con motivo de la glosa del Tercer Informe de Gobierno, Ebrard informó que durante el próximo Diálogo de Alto Nivel en Materia de Seguridad entre México y EU, a celebrarse el próximo 8 de octubre, se expondrá la importancia de cambiar el enfoque de seguridad de la Iniciativa Mérida, a la luz de los pocos resultados, ya que ha aumentado el consumo de estupefacientes y la violencia.
La Iniciativa Mérida, un plan de seguridad regional lanzado en 2008, se creó para ayudar a México y Centroamérica a combatir el narcotráfico y el crimen organizado.
Adelantó que la parte mexicana abordará el tema de la demanda que presentó el gobierno de México en contra de los fabricantes de armas de Estados Unidos, e insistirán en que para atender el crecimiento del flujo migratorio se requiere invertir en Honduras Guatemala, El Salvador y otros países.
De acuerdo con expertos consultados por Xinhua, el tráfico de armas forma parte de la vertiginosa ola de violencia en México que pone en jaque la pacificación del país, al que ingresaron en la última década alrededor de 2,5 millones de armas, principalmente de origen estadounidense.
Para Ebrard hoy por hoy la prioridad de México es reducir la violencia y por eso, dijo, se necesita la colaboración de Estados Unidos, nación con la que existe una "buena relación", pero que ésta no es de subordinación.
En su amplia exposición ante la Cámara Alta Ebrard insistió en que dentro de relación con Estados Unidos o con América Latina no hay cabida para una confrontación. "Pensar el futuro de México sin una buena relación con Estados Unidos es un despropósito y pensar que México no está en América Latina y el Caribe, es un error estratégico, histórico, sería impensable", dijo.
Entre los muchos temas abordados y cuestionados por senadores fue la organización de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) así como también la propuesta de eliminar a la Organización de Estados Americanos (OEA).
