Un joven de 25 años enfermó de COVID-19 y su estado de salud se agravó tanto que requirió un doble trasplante de pulmones, pues el virus los degradó al grado de quedar como “chicles masticados”. Los hechos sucedieron en Georgia, Estados Unidos.
Según medios locales, Blake Bargatze, de 25 años, se contagió de COVID-19 tras asistir a un concierto en Florida, celebrado durante marzo de este año, sin estar vacunado, por lo cual el virus lo atacó de manera agresiva.
La madre del joven dijo que al principio no creyó que el virus lo afectara tanto; sin embargo, en abril fue ingresado al hospital y unos días después tuvo que ser trasladado a cuidados intensivos debido al daño que presentaban sus pulmones.
Así permaneció hasta junio, cuando después de luchar por recuperarse, el joven empeoró y requirió el doble trasplante de pulmones; por lo cual fue trasladado al Centro Médico de la Universidad de Maryland, donde los médicos descubrieron que dichos órganos fueron afectados hasta el punto de comprimirse y agujerearse.
Sin embargo, Blake dijo que corrió con suerte, ya que el COVID-19 no afectó a ningún otro órgano y pudo resistir la cirugía sin más complicaciones. “Literalmente parecían trozos de goma de mascar masticados cuando los sacaron. Estaban llenos de agujeros. Simplemente se comió mis pulmones. Tuve la suerte de no tener múltiples fallas en mis órganos, dijo.
Luego de superar el COVID-19 y la operación, llama a que todos los jóvenes se vacunen, pues pretende hacer conciencia en su país sobre las “terribles consecuencias” de no vacunarse.
“Estoy tratando de que la gente sea más consciente de lo que puede suceder de manera realista con este virus. Simplemente no vale la pena correr el riesgo”, concluyó.
