Casonas del centro histórico, una maldición para dueños

Casonas del centro histórico, una maldición para dueños

Foto: Enfoque

Para muchas personas, tener una casa en el centro histórico de Puebla capital representa un gran beneficio debido a la alta plusvalía que tienen los inmuebles, pero la realidad indica algo totalmente distinto.

 

En los últimos años, poseer una de las tantas casonas que hay en el primer cuadro de la ciudad representa una maldición para sus dueños, que deben desembolsar grandes cantidades de dinero para su mantenimiento, que muchas veces no se lleva a cabo.

 

El reciente caso de la caída de la fachada de una casa ubicada en la 20 oriente ha puesto sobre la mesa el peligro y la fuga de dinero que representa para los dueños el tener una vivienda de este tipo, lo que lleva a muchas personas a abandonar su propiedad.

 

De acuerdo con agentes inmobiliarios, una casona del centro histórico puede llegar a tener un valor de hasta 30 millones de pesos, por lo que resulta imposible poder vender el inmueble debido a su costo y a todos los problemas que tienen.

 

Por obvias razones, los dueños de estas casas no pueden costear las reparaciones necesarias para renovar los inmuebles y a esto se le debe aumentar la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

 

Lejos de la función que debería tener esta dependencia, el INAH se ha convertido en un dolor de cabeza para los dueños de casonas, ya que es un obstáculo para la intervención de este tipo de inmuebles, frenando incluso proyectos gubernamentales.

 

Sin dar vías alternas para poder llevar a cabo un rescate de estas casonas, el INAH solo se dedica a prohibir cualquier tipo de intervención argumentando que se dañaría la memoria histórica de la ciudad, prefiriendo ver caer estos inmuebles a rescatarlos íntegramente.

 

A decir de autoridades de Protección Civil Estatal, hay al menos 16 casonas en riesgo de colapso en Puebla capital, inmuebles que seguramente terminarán viniéndose abajo ante la falta de dinero de los dueños y los bloqueos del INAH.

 

Lo peor de todo es que pese al riesgo, las familias que habitan en estos inmuebles no quieren dejar su propiedad, pues representa todo el patrimonio que tienen y que puede terminar convertido en polvo.

 

La situación es delicada, pues además del deterioro por el paso del tiempo, estas casonas reciben el embate de las constantes lluvias en Puebla y también están en riesgo ante un eventual sismo, lo que representa un peligro constante para habitantes del primer cuadro de la ciudad.

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