Cuando un estudiante prefiere sostener en las manos un rifle en lugar de un libro, se convierte en una verdadera tragedia para la escuela y el sistema educativo en general. Este lunes la Universidad de Perm vivió su propio drama, que dejó al menos seis muertos y 28 heridos.
Un joven de 18 años, estudiante del cuarto año de esa universidad, irrumpió en el campus con un rifle de caza y abrió fuego, después entró en uno de los edificios universitarios y continuó disparando allí.
El atacante ya fue detenido e identificado, resultó herido al oponer resistencia durante la detención y ahora permanece en cuidados intensivos en estado grave. Ya se conoce que el autor del ataque tenía autorización para poseer armas y compró el rifle en mayo pasado.
TRAGEDIA PARA TODA RUSIA
La Universidad de Perm ya recibió muchas condolencias, tanto de las universidades y funcionarios rusos, como de varios políticos extranjeros.
El presidente ruso, Vladímir Putin, al expresar su pesar, destacó que lo ocurrido es una enorme tragedia no solo para las familias de los jóvenes fallecidos, sino para toda Rusia, y prometió que las autoridades regionales tomarán todas las medidas necesarias para apoyar a los parientes de los muertos y a los heridos.
El martes 21 de septiembre fue declarado día de luto nacional en Rusia.
En lo referente a la reacción de otros Estados, los presidentes de Israel, Serbia, la República Checa, Azerbaiyán, Kirguistán y Bielorrusia, el Gabinete de ministros de Alemania, los Ministerios de Exteriores de Noruega, Suecia, Turquía, Grecia y el Reino Unido, así como las embajadas de la India y EEUU en Rusia, ya se apresuraron a expresar sus condolencias a los afectados por el tiroteo en Perm.
UNA NUEVA DESGRACIA SEGÚN UN VIEJO GUIÓN
Una de las razones por las que tantas personas mostraron su solidaridad con las familias de las víctimas es porque, desgraciadamente, el lamentable incidente no es el primero en Rusia ni en el mundo.
Solo hace cuatro meses, el 11 de mayo de 2021, Ilnaz Galiavíev, de 19 años, irrumpió en la escuela número 175 de la ciudad rusa de Kazán y comenzó a disparar. La tragedia se saldó con nueve muertos, entre ellos siete estudiantes y dos profesores, así como 24 heridos. El propio Galiavíev fue detenido y se declaró culpable, al explicar sus acciones por "odio". La semana pasada, el joven agresor fue trasladado a San Petersburgo, supuestamente para llevar a cabo investigaciones adicionales.
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Otro ataque violento contra un centro educativo tuvo lugar el 17 de octubre de 2018 en la ciudad rusa de Kerch. Entonces Vladislav Rosliakov, de 18 años, detonó un artefacto explosivo y abrió fuego con una escopeta contra los alumnos y profesores del Colegio Politécnico donde estudiaba y luego se suicidó en la biblioteca del recinto. El suceso se saldó con 21 muertos, entre ellos el propio atacante, y medio centenar de heridos.
Además, se registran anualmente casos de uso de armas por adolescentes en escuelas de varias ciudades. Afortunadamente, la mayoría de ellos no dejan muertos ni heridos, a veces un par de personas sufre lesiones, pero cada uno de esos casos llama la atención sobre las insuficientes medidas de seguridad en los centros educativos y la incapacidad de nuestra sociedad de enseñar a los estudiantes para que encuentren un modo diferente de resolver sus problemas personales, que no sea disparar a sus colegas inocentes.
LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE
De todas formas, es imposible dar marcha atrás y ya pasó lo que pasó, por lo que a la Universidad de Perm no le queda otra opción que restablecer su ritmo de vida habitual y ayudar a sus estudiantes a recuperarse de la conmoción causada por el ataque.
Por el momento, la entrada al territorio de la universidad está bloqueada por las fuerzas de seguridad, la administración espera reanudar las clases a partir del 27 de septiembre.
Todos los que deseen dejar flores y velas en memoria de las víctimas del tiroteo podrán hacerlo luego de que los empleados del Comité de Investigación abran el acceso al campus.
Cabe esperar que tanto los estudiantes de la universidad de Perm, como los de otras escuelas y colegios que vivieron en su Alma Mater una tragedia como la de este lunes, aprendan a valorar mejor la vida humana y hacer todo lo posible para prevenir que se repita algo parecido en el futuro. (Sputnik)
