Cuba vacuna contra COVID-19 a niños antes del inicio de clases presenciales

Cuba vacuna contra COVID-19 a niños antes del inicio de clases presenciales

Foto: Xinhua

Sinai Lescalle, una niña de seis años del municipio Centro Habana, volvió a la escuela "Felipe Poey Aloy" para recibir la primera dosis de una de las vacunas domésticas contra la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).

  

A la estudiante le hubiera gustado retornar a su aula vestida de uniforme y con los cuadernos escolares, pero sabe que todavía es preciso esperar para el inicio de las clases presenciales debido a los altos niveles de transmisión del virus en el territorio nacional.

  

"El pinchazo no dolió mucho. Es bueno vacunarse porque hay muchos casos de coronavirus", comentó a Xinhua mientras aguardaba durante una hora en el salón de observación habilitado para monitorear posibles reacciones adversas producidas por la vacuna.

  

También Paula Peña, quien cursa el primer grado en el mismo centro estudiantil, permanecía en el salón donde los pequeños, siguiendo los protocolos de distanciamiento físico para la COVID-19, también cantaban, disfrutaban de juegos didácticos y veían dibujos animados transmitidos por la televisión nacional.

  

"El virus es muy malo y estamos aquí para ayudar a combatirlo. Las vacunas son buenas porque nos van a permitir volver a la escuela pronto", comentó a Xinhua.

  

Como ellas, otros niños y adolescentes entre las edades de 2 y 18 años en todo el país reciben dos dosis de Soberana 02 y una adicional de Soberana Plus, fórmulas de producción nacional que recientemente obtuvieron autorización para el uso de emergencia en población infantil por parte del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos.

  

En medio de la tercera ola de la COVID-19, Cuba ha registrado como promedio cifras superiores a los 6.000 casos diarios en los últimos meses, con un incremento de las infecciones en edades pediátricas.

  

Desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020 más de 117.000 niños en Cuba, entre ellos poco más de 7.600 lactantes, han sido diagnosticados con la COVID-19, de acuerdo con los datos ofrecidos por las autoridades de salud en días recientes.

  

En consecuencia, el Gobierno cubano pospuso la reapertura de las escuelas hasta que los niños y adolescentes hayan sido inmunizados contra la COVID-19.

  

La madre de Lescalle, Lisyenni Mesa, aseguró a Xinhua que tiene confianza en que la vacunación protegerá y reducirá los niveles de contagio.

  

"Esta vacuna es una esperanza para que nuestros hijos estén protegidos. En Cuba los niños son vacunados desde que nacen. De todos modos, hay que continuar educándolos para que eviten contraer esta enfermedad", precisó.

  

Por su parte, Dixan Santiesteban, de 44 años, padre de dos niñas, afirmó que la vacunación es uno de los modos más eficaces para contrarrestar los posibles impactos del nuevo coronavirus en los niños.

  

"En casa llevamos varios días conversando con ellos y preparándolos para este momento, haciéndoles entender que era como una picada de mosquito, y parece que el método funcionó. La ansiedad por empezar la escuela es mayor que el miedo que puedan tenerle a las inyecciones", agregó.

  

Antes de ser vacunados los pequeños están sujetos a chequeo de la temperatura corporal y son entrevistados por un equipo de profesionales de la salud en los casos que procedan de acuerdo con el rango de edad.

  

Los niños convalecientes de la COVID-19, así como aquellos bajo tratamiento de antibióticos y esteroides o alérgicos al timerosal, no resultan elegibles para la campaña de vacunación en curso.

  

La doctora Clara Rodríguez explicó que éste es un proceso seguro, avalado por la certificación del Ministerio de Salud Pública de Cuba y el estricto apego a las normas internacionales.

  

"Hasta el momento, ninguno de los niños vacunados ha presentado efectos adversos generados por la vacuna", dijo a Xinhua.

  

"Aunque los pacientes pediátricos, por lo general, desarrollan síntomas ligeros a la enfermedad, esto ayudará a proteger a sus familiares adultos y a los bebés menores de dos años", añadió.

 

Entretanto, los maestros cubanos se encargan de asumir diferentes tareas como voluntarios o personal de apoyo durante el proceso de vacunación infantil que arrancó a inicios de septiembre y concluirá a mediados de noviembre del presente año.

  

La campaña nacional de inmunización contra la COVID-19 para niños y adolescentes se realiza tras reiteradas denuncias por parte del Gobierno cubano de que las medidas coercitivas impuestas por Estados Unidos contra Cuba dificultan el acceso de la nación caribeña a insumos médicos y materias primas para la producción de vacunas.

  

De acuerdo con el informe emitido este viernes por el Ministerio de Salud, Cuba suma 784.416 casos acumulados de la COVID-19 y 6.676 muertos.

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