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Sin quitarle una coma, la Ley Federal de Revocación de Mandato fue aprobada por senadores y diputados, cumpliendo de esta manera el deseo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Más allá de lo “bonito” que suena tener la posibilidad de quitar del poder a un presidente que no cumpla con un buen trabajo, esta Ley de Revocación de Mandato es un plan con maña del inquilino de Palacio Nacional.
Me explico.
Además de que la revocación de mandato debe ser solicitada por el 3 % de ciudadanos de la lista nominal, esta figura parece ir encaminada a mostrar el músculo político que tiene aún el presidente.
Y es que es una realidad que aunque hay más de un 3 % de ciudadanos que estarían de acuerdo en iniciar el proceso de revocación de mandato a López Obrador, también es cierto que hay más de un 50 % de mexicanos que aún lo quieren como presidente.
De cara a 2024, a López Obrador y a la #4T les caería de perlas que se haga esta consulta, que estaría organizada por el INE, para mostrar que, como dice la canción, el presidente “sigue siendo el rey”.
Por mucho que a varios nos pese esta situación, López Obrador es un maestro en el fino arte de mover masas a su antojo, máxime si gobiernos anteriores le han fallado a estas masas.
Infinidad de mexicanos pasaron de recibir nada a recibir poco y con eso se han conformado, por lo que el respaldo de la mayoría de ciudadanos lo tiene en la bolsa López Obrador.
¿O acaso usted cree que algún mandatario en su sano juicio pondría en juego su continuidad en la presidencia?
No, amable lector, en una república bananera como la mexicana eso sencillamente no es posible.
Y en caso muy remoto de que se hiciera esta consulta de revocación de mandato y la mayoría del pueblo mexicano pidiera la salida de López Obrador, de inmediato comenzaría la cantaleta de un supuesto fraude o complot por parte del INE.
Dicen por ahí que López Obrador es un encantador de serpientes y le pese a quien le pese esto es totalmente cierto. Cual títeres, los opositores bailan al ritmo que dicta el presidente.
No, la oposición no está derrotada, simplemente la oposición no existe y eso lo aprovecha al máximo el inquilino de Palacio Nacional.
Plan con maña, amable lector, es esta Ley de Revocación de Mandato, así de sencillo.
