Salud de poblanos y sucesión presidencial

Salud de poblanos y sucesión presidencial

Más de tres semanas han pasado desde que el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, hizo su primer enérgico llamado para que le envíen vacunas anticovid al estado.

 

La realidad es triste, amable lector, no hay ya antígeno en Puebla, pese a que las autoridades estatales han demostrado ser capaces de inocular rápidamente a muchos habitantes. Casi 100,000 por día, para ser exactos.

 

Y he leído en redes sociales que muchos poblanos reclaman al Gobierno de Puebla por esta falta de vacunas, pero la realidad es que esto es consecuencia de temas meramente políticos.

 

Sí, aunque se enojen esos enajenados que a todo gritan: “¡Viva, AMLO!”, la salud de los poblanos es solo un daño colateral de la sucesión presidencial, pese a que faltan 3 largos años para que esto ocurra.

 

No hay vacunas en Puebla porque todo se centra en dotar de antígeno a la CDMX, gobernada por Claudia Sheinbaum y que parece ser la favorita del presidente López Obrador para ocupar su lugar en 2024.

 

Por supuesto, que la CDMX acapare la gran mayoría de las vacunas tiene el firme propósito de fortalecer la imagen de la jefa de gobierno, presentándola como la “salvadora” de la zona del país donde la #4T tiene más “zombies”, digo, seguidores.

 

Y esto no quiere decir que Marcelo Ebrard no sea del agrado de López Obrador, solo que no es su carta principal, por lo que el canciller ya se anda paseando por los estados donde el mandatario no ve capital político, como es Puebla.

 

Como prometer no empobrece, Ebrard Casaubón dijo que pronto se verá una aceleración en la vacunación en Puebla, pues ya hay un plan para inocular rápidamente a los poblanos.

 

Pero la verdad es que no se ve para cuándo preste la Federación atención a la demanda de Puebla, pues hasta el gobernador Barbosa ha solicitado que las vacunas que están sobrando en CDMX lleguen a la entidad.

 

Puebla ha quedado en medio de la lucha por la sucesión presidencial y la salud de los poblanos es, créame, lo menos importante para esos actores políticos que ya se ven despachando en Palacio Nacional.

 

Mientras tanto, Puebla y los poblanos deberán esperar a que en el Gobierno Federal se digne a mandar unas sobras de vacunas, aunque el estado no sea políticamente rentable para los hombres actuales del poder.

 

Ojo, estamos a unos días de que las personas inoculadas con Astra Zeneca en julio cumplan el tiempo límite para recibir su segunda dosis.

 

Con la salud no se juega, señores, mucho menos se lucra políticamente.