Voceros militares de EEUU afirman haber realizado un ataque aéreo contra uno de los cabecillas del ISIS-K, una rama del grupo terrorista Estado Islámico en el Jorasán. La ofensiva se produce poco después del atentado en el aeropuerto internacional de Kabul, que se llevó la vida de 13 militares estadounidenses y decenas de afganos.
"Los primeros indicios indican que hemos matado al objetivo. No tenemos constancia de que haya víctimas civiles", afirma el comunicado presentado por el portavoz del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), el capitán Bill Urban.
Los funcionarios estadounidenses no dieron ninguna información inmediata sobre la persona fallecida, incluida cualquier posible relación con el atentado suicida. En tanto, el ataque aéreo se produce poco después de los mortíferos atentados en el aeropuerto Hamid Karzai en la capital afgana de Kabul, que se llevaron la vida de 13 soldados estadounidenses. Los estadounidenses fallecidos eran 11 marines, un marinero de la Armada y un soldado del Ejército.
El grupo terrorista Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de los ataques. A raíz del atentado, el presidente estadounidense Joe Biden prometió "perseguir" a los responsables.
"No lo olvidaremos. No lo perdonaremos. Les perseguiremos y les haremos pagar", afirmó el mandatario norteamericano.
El atentado del 26 de agosto fue uno de los ataques terroristas más letales que ha visto el país. Estados Unidos dijo que fue el día más mortífero para las fuerzas estadounidenses en Afganistán en los últimos 10 años.
A la mañana siguiente del atentado, los talibanes establecieron una barrera de 500 metros de ancho desde el aeropuerto, manteniendo a la multitud más alejada que antes de las puertas donde se encuentran las tropas estadounidenses.
