Tal como sospechaban fuentes de inteligencia de Estados Unidos, la rama afgana del grupo terrorista Estado Islámico (EI), ISIS-K, fue quien perpetró el atentado suicida que dejó como saldo decenas de muertos en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul, así lo informó el grupo insurgente en un comunicado difundido a través de sus canales de propaganda en internet. Sin embargo, solo se atribuyó uno de los ataques.
De acuerdo con la nota, cuya veracidad no pudo ser comprobada por la agencia EFE, ISIS-K afirmó que "una explosión suicida" causó la muerte de 60 personas e hirió a otras 100, entre civiles afganos y fuerzas estadounidenses. Pero la información da cuenta de un solitario ataque y no dos, en las inmediaciones del aeropuerto.
Según refirió el también denominado Estado Islámico de Khorasán, uno de sus soldados logró lanzar el ataque después de pasar inadvertido a través de los controles de seguridad "de las fuerzas estadounidenses y de la milicia talibán alrededor de la capital, Kabul".
El grupo asegura que "él pudo llegar a una gran concentración de traductores y colaboradores del Ejército estadounidense en el campo de Baran, cerca del aeropuerto de Kabul, e hizo estallar un cinturón explosivo matando a unas 60 personas e hiriendo a 100, entre ellos miembros de los talibanes". También especificó que 20 soldados de EU murieron en el ataque.
Asimismo, Amaq, la agencia de información de grupo radical, difundió una fotografía del presunto atacante, cubierto con un pasamontañas y sujetando un fusil delante de una bandera del Estado Islámico. El suicida respondía al nombre de Abdelrahman al Loghri.
Al respecto, Estados Unidos informó que al menos 12 soldados de Estados Unidos murieron y 15 resultaron heridos. Mientras que medios afganos refieren que más de 60 personas fallecieron y 150 resultaron heridas en el doble atentado. Muchas de las víctimas eran parte de la multitud que intentaba abordar uno de los vuelos de evacuación en el aeropuerto de Kabul.
