Muchas veces, el ambiente laboral en una oficina se vuelve tedioso y tóxico por diversas razones, lo que provoca que la productividad venga a la baja y aumenten los conflictos entre trabajadores, situaciones que han llevado al quiebre a algunas empresas.
Pero qué pasaría si en los momentos de mayor estrés volteas y lo primero que ves es un par de ojos redondos acompañados de un meneo de cola que se convierten en un apoyo perfecto para evitar que la presión te gane.
Aunque la práctica aún no es habitual, algunas empresas han tomado la iniciativa de permitir en determinado día que sus trabajadores lleven a su perro a la oficina, a fin de crear un ambiente laboral más ameno.
Diversos estudios señalan que la presencia de un “lomito” en la oficina suele ser benéfica para todos, ya que un perro puede ser tema de conversación entre colegas y generar un clima positivo de trabajo, liberando el estrés acumulado.
Pero para esto también debe encontrarse un ambiente adecuado para el “perrijo”, con un lugar fijo donde cobijarse, como un canasto o una caja en donde nadie lo moleste. También debe tener todo el tiempo a disposición un plato con agua fresca.
De la misma manera, las pausas que haga el dueño del perro en el trabajo deben estar dedicadas a la mascota. Puede aprovecharlas, por ejemplo, para sacarlo a pasear, incluso en compañía de algunos de los colegas.
¿A poco no dan ganas de cambiar el viernes casual de la oficina por el viernes de “lomitos”?
