Los que siguen las competencias de clavado en los Juegos Olímpicos de Tokio, quizás, se hayan dado cuenta de un curioso comportamiento de los atletas durante las competiciones: bañarse entre los saltos. ¿Por qué lo hacen?
Tras realizar un salto, los atletas salen del agua e inmediatamente se dan una ducha rápida al lado de la piscina, aunque ya estén mojados. Luego, se secan con diminutas toallas, pese a que pronto volverán a mojarse otra vez en el clavado siguiente.
Al parecer, este comportamiento dejó desconcertados a muchos espectadores de los JJOO nipones. "¿Por qué los clavadistas se bañan después de cada salto?", ha sido una de las cosas más buscadas en Google acerca de la Olimpiada en la última semana, detalla CNN.
Jacob Brehmer, entrenador de clavado de la Universidad Estatal Ball en Indiana (EEUU), explicó qué se oculta detrás de la acción que, a primera vista, parece carecer de lógica.
"Los clavadistas se duchan entre saltos, por lo general, solo para mantenerse calientes a sí mismos y a sus músculos", dice el especialista, antes de aclarar que se enjuagan con un agua más caliente que aquella de la piscina.
Los centros acuáticos en los que se realizan las competiciones deben seguir normas establecidas para las competiciones internacionales de deportes acuáticos, por lo que la temperatura de la piscina debe mantenerse a al menos 26 grados Celsius.
"Por lo general, después de que un clavadista realiza un salto, tendrá que esperar una buena cantidad de tiempo antes de su próxima inmersión. La temperatura del aire en la terraza de la piscina puede ser un poco fría, por lo que la ducha puede ayudar a mantener los músculos calientes", explicó Brehmer.
El entrenador agregó que el clavado es un deporte extremadamente preciso y rápido. En el caso de que el cuerpo del atleta se enfríe un poco y se tense, esto "realmente podría afectar su desempeño".
Mantener el calor es también una de las razones por las que los deportistas se secan entre saltos. Pese a su tamaño reducido, las toallas que utilizan son altamente absorbentes, aclara el técnico. La seguridad es también otra razón que hace que los clavadistas sequen todo su cuerpo antes de volver a saltar.
"Cuando los clavadistas están dando volteretas en el aire, se agarran de las piernas y aprietan muy fuerte. Si sus piernas están mojadas, entonces existe una buena posibilidad de que sus manos se resbalen y que salgan del salto precipitadamente, lo que podría resultar en lesiones y casi siempre puntajes más bajos", concluyó Brehmer.