Tan lejos ha quedado ese 1-2 que logró México en el estadio Coliseum de Los Ángeles en los Juegos Olímpicos de 1984 con Ernesto Canto y Raúl González en lo más alto del podio en la prueba de marcha de 20 kilómetros, hecho que ponía al país como potencia en el deporte; pues ahora en Tokio cumplió 21 años sin colgarse una presea, en la rama varonil, dentro la justa deportiva más importante del mundo.
El chihuahuense de 23 años, Andrés Oliva, se colocó en el lugar 11 de la prueba de resistencia que se desarrolló en el Parque Odori de Sapporo, llegando a la meta con un tiempo de una hora, 22 minutos y 46 segundos, a un minuto y 46 segundos del italiano Massimo Stano, que ganó el oro.
Además de ser el latinoamericano mejor posicionado de la prueba, Oliva obtuvo el segundo mejor lugar para un marchista mexicano desde Sídney 2000, solo por debajo del sexto puesto que Eder Sánchez alcanzó en Londres 2012.
Sin embargo, con este resultado México llegó a 21 años sin lograr una medalla en este deporte que tantas glorias le ha dado al país con un total de diez preseas en toda la historia del olimpismo, siendo la última la plata conseguida por Noé Hernández en el 2000.
Guadalupe González quedó en segundo lugar en los 20 kilómetros en Río 2016, convirtiéndose así en la primera y hasta ahora única mexicana que trascendió en este deporte, aunque se quedó afuera de Tokio debido a la sanción que arrastra desde 2018 debido a un doping positivo.
Como ha sido en estos Juegos Olímpicos, las mujeres siguen siendo la esperanza más importante de medalla y en la marcha sucede lo mismo pues la también chihuahuense Alegna González, participará en la prueba este viernes a las 2:30 de la mañana, hora del Centro de México, con el sueño de repetir lo que hizo Lupita González hace cinco años.