Amable lector, ayer observaba los reportes sobre el arranque de la jornada de vacunación contra el COVID-19 para treintañeros de Puebla capital.
Con preocupación y con un poco de alivio debido a que a este columnista le correspondió vacunarse en la zona conurbada, veía las largas filas en el Centro Expositor, cortesía de la mentada y deficiente “Brigada Correcaminos”.
Entonces, llegó a mi mente una pregunta que hoy todavía me inquieta.
¿Dónde diablos está Rodrigo Abdala?
Y es que desde un par de meses a la fecha no se sabe nada del señorito Abdala, quien cobraba como delegado de Bienestar en Puebla. Digo cobraba, porque trabajar era una palabra muy fuerte para este señor.
Hoy en día, todo lo que tiene que ver con la vacunación en Puebla se trata directamente con la secretaria de Seguridad Pública Federal, Rosa Icela Rodríguez, que además es la encargada de coordinar las jornadas de vacunación en la entidad.
Esto no significa que las cosas se están haciendo bien, basta ver el caos que se presentó en el Centro Expositor, pero se hacían peor con Rodrigo Abdala, sin duda.
Entonces, la curiosidad de saber dónde está el señorito Abdala me llevó a recordar que la Secretaría de la Función Pública lo tiene en la mira.
O sea, igual y Rodrigo Abdala ya no está en Puebla… ni en México.
Pero veamos, amable lector, el no acordarnos de Rodrigo Abdala en más de un mes que ha estado alejado de la escena pública nos deja solo una conclusión.
Su trabajo como delegado de Bienestar fue lo que sigue de insignificante, motivo por el que ni usted ni yo nos acordábamos del señor Abdala.
Académicos vetustos, con nulo aporte a la BUAP
Las aguas se mueven en estos momentos en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) con la renovación de la rectoría y la decisión de no elegir a un nuevo Consejo Universitario previo a elecciones.
Ante esto, salieron a la escena pública esos vetustos académicos de siempre que solo se hacen notar cuando hay temas de esta índole. Ejemplo son Francisco Vélez Pliego y José Luis Figueroa, que convocaron a rueda de prensa para exigir que se elija un nuevo Consejo Universitario antes de elegir a un rector.
Más allá de si su solicitud tiene o no razón de ser, todos deben preguntarse si estos personajes aportan algo trascendente a la BUAP, es decir, si tienen algún trabajo académico que se deba resaltar.
No lo sabemos, pero lo que sí es seguro es que en todo quieren estar y dar su opinión, pero de trabajo académico a favor de la sociedad no hay nada visible de estos personajes que se dicen investigadores.
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