El 1º de agosto será la primera Consulta Popular en la que participemos como país. La semana pasada, en esta columna expusimos el contexto general de la consulta, la justificación para participar y la necesidad de llevar a juicio a los expresidentes (https://n9.cl/5lcevi). En esta ocasión brindaremos algunos datos y hechos del pasado que deben ser esclarecidos.
Como exponíamos la semana pasada los 5 expresidentes que pretenden ser sometidos a juicio político se ubican en el periodo neoliberal; impusieron en nuestro país políticas económicas dictadas desde los centros financieros mundiales (Políticas de Ajuste y Consenso de Washington), ese hecho ya puede ser considerado un delito por haber violentado nuestra soberanía y por tanto es traición a la Patria.
Existen muchas evidencias de que los gobiernos anteriores obedecieron fielmente los mandatos internacionales, aun en contra del bienestar de la población, a pesar de las múltiples recomendaciones de expertos y científicos que demostraban que el neoliberalismo tenía efectos nocivos. La imposición de estas políticas se hizo también en contra de la voluntad popular, miles de manifestaciones que se presentaron en contra de las llamadas “Reformas estructurales” fueron reprimidas violentamente, no sólo con el uso de la fuerza “legítima” del Estado, sino también con técnicas propias de la guerra sucia: desapariciones selectivas, asesinatos extrajudiciales, presos políticos, amenazas y sabotajes. Fue un periodo totalmente antidemocrático: una dictadura.
Primer acto de traición: Las crisis inducidas
Para que el Fondo Monetario Internacional otorgara el rescate financiero para salir de la crisis de 1982, México debía estabilizar la balanza del sector externo (reducir las importaciones) y disminuir la inflación. La medida para lograr ambos objetivos fue inducir una crisis económica para que la población redujera su nivel de consumo. Los resultados fueron catastróficos, la pobreza aumentó del 34 al 58% para finales de los años ochenta y en esa década no se registró crecimiento económico.
A partir de ese momento el método para frenar la inflación fue a partir de mantener una alta tasa de desempleo y bajos salarios lo que también provocó un crecimiento en la desigualdad, pues mientras un pequeño grupo de empresarios se benefició de la distribución inequitativa de la renta nacional, la gran masa de trabajadores pasó a vivir condiciones de miseria. La desigualdad es tan grande que hoy el 10% de la población más rica controla el 30% de la riqueza nacional; mientras que el 10% de la población más pobre se reparte apenas el 1%. Revertir estas condiciones llevará décadas, por lo que el daño infligido es casi irreversible.
Segundo acto de traición: Entregar el patrimonio nacional
En el periodo neoliberal nuestra Patria fue un garito donde los capitales transnacionales se divertían. Bajo el pretexto de “libre mercado” las empresas extranjeras no tuvieron límites. Más de 1,200 empresas públicas se entregaron a manos privadas a precios irrisorios. Los beneficiados de este atraco figuraron en años posteriores en la lista Forbes de las personas más ricas del mundo: puertos, aeropuertos, carreteras, bancos, industrias automotrices, tiendas de consumo, ingenios azucareros, hospitales, minas, teléfonos, ferrocarriles, todo lo saquearon.
Su principal argumento fue que la empresa privada era más eficiente que la pública, pero cuando la empresa privada quebraba siempre fue rescatada con dinero público. El neoliberalismo privatizó las ganancias y socializó las pérdidas; así pasó con el rescate carretero, portuario y bancario al que llamaron FOBAPROA y por el que seguimos pagando casi el 6% del presupuesto anual.
Por si fuera poco, los gobiernos neoliberales endeudaron al país de forma exponencial. Cómo se muestra en la gráfica 1, Ernesto Zedillo aumentó la deuda en 130%; Vicente Fox en 50%; Felipe Calderón en 170%; Enrique Peña en 103%. Ha transcurrido la mitad de este sexenio del cambio y aún en pandemia la deuda sólo aumentó 13%. ¿Dónde quedó todo ese dinero? ¿A quién beneficia que se haya contratado a tasas de interés alta? Esto quiere decir que no sólo entregaron la riqueza presente, sino también comprometieron la riqueza futura.
Elaboración propia con datos de SHCP
Tercer acto de traición: Someter al pueblo a un estado de violencia, corrupción e impunidad
Las leyes del neoliberalismo se impusieron a sangre y plomo. De acuerdo con diversos organismos de derechos humanos al finalizar el neoliberalismo había más de 80 mil desaparecidos y más de 1,400 presos políticos. Masacres como las de Acteal y Aguas Blancas (Zedillo); las muertas de Juárez (Fox); la guerra del narco y Atenco (Calderón); Ayotzinapa (Peña), son sólo algunos ejemplos del estado de terror que reinó y del que ha sido difícil salir. Estamos entrampados en un bucle de pobreza-violencia-corrupción-impunidad y los responsables causales deben ser castigados.
La Consulta Popular es la manifestación legitima del pueblo por buscar justicia. Por eso, #YoSiVoy a participar.
¡Ya se acabó la fiesta!, el pueblo llama a pararles la mano a esta bola de bribones que se sienten seguros e intocables. ¡Que la tortilla se vuelva, qué los pobres coman pan y los ladrones muerdan el polvo! Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña deben ir a prisión.
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos