La cantante Britney Spears, que se encuentra en pleno proceso judicial para liberarse de la tutela legal de su padre, se dirigió a sus fans. En un emotivo mensaje, confesó que prefiere subir a su Instagram videos caseros en lugar de volver a subir a los escenarios.
Junto a una imagen en la que se leía la frase Acéptame como soy o bésame el culo, come mierda y pisa un Lego, Britney respondió a quienes critican las publicaciones donde baila y realiza saltos frente a la cámara.
Mientras tanto, algunos seguidores de la princesa del pop opinan que los vídeos así ponen de relieve los supuestos problemas mentales que sufre:
"Miren, ¡no voy a actuar en ningún escenario en un futuro próximo, con mi padre controlando qué me pongo, digo, hago o pienso! Lo he hecho durante los últimos 13 años… Prefiero compartir vídeos de mi salón antes de los de Las Vegas donde algunos espectadores estaban tan lejos de mí que ni siquiera podían estrecharme la mano", reveló la artista.
Spears también contó que estaba "constantemente drogada" por estar cerca de personas que consumían marihuana e inhalar humo contra su voluntad.
"Y no, no voy a ponerme maquillaje pesado y ensayar, ensayar, ensayar en el escenario sin tener la oportunidad de hacerlo de forma auténtica con todas esas remezclas de mis canciones durante años y tener que rogar que pongan mi nueva música en mi show para MIS fans… ¡¡¡Así que renuncio!!!".
La cantante también criticó a su hermana menor, Jamie Lynn, por haber interpretado algunas de sus canciones remezcladas en la gala de un premio musical.
"Esta tutela mató mis sueños… Así que todo lo que tengo es esperanza y la esperanza es lo único en el mundo que es muy difícil de matar… Aunque la gente todavía sigue intentándolo", agregó la intérprete.
Britney también afirmó que ya casi logró superar el trauma. "Tienen suerte de que publique algo… Y si no les gusta, simplemente dejen de seguirme", subrayó Spears. "Si no quieren ver mi precioso trasero bailando en mi salón o si no está a la altura de sus estándares… Vayan a leer un maldito libro", concluyó.
La famosa cantante lleva 13 años bajo la tutela legal de su padre, James Spears, debido a los supuestos problemas mentales que padece. El 24 de junio, solicitó ante un juzgado de Los Ángeles poner fin a la tutela, que considera "abusiva" y "absurda". Como resultado de la audiencia judicial, consiguió el derecho de encontrar a un nuevo abogado.
Spears se enfrentó a problemas de salud mental, así como adicciones a las drogas y al alcohol, a principios de la década del 2000. El padre de la artista asumió el papel de tutor legal en 2008. Desde entonces, tiene el derecho de controlar sus bienes y su vida pese a la fuerte oposición por parte de Britney. En particular, la cantante no puede ver a sus dos hijos, conducir, visitar un salón de belleza sin su permiso e incluso ir sola con su novio en un auto. En agosto de 2020, la intérprete presentó una petición de remoción de la tutela, pero en aquella ocasión perdió el caso.