Un equipo de ingenieros japoneses ha conseguido una velocidad de transmisión de datos de 319 terabits por segundo, casi el doble del récord anterior de 178 Tb/s.
Para poner la cifra en contexto, esta velocidad permitiría a un usuario descargar más de 300 películas en 4K cada segundo. A modo de comparación, la internet en la NASA tiene una velocidad de tan solo 400 Gb por segundo.
Durante el experimento, los investigadores del Instituto Nacional de Tecnología de la Información y las Comunicaciones de Japón utilizaron un cable de fibra de más de 3.000 kilómetros de largo. Sin embargo, a diferencia de las pruebas anteriores, el cable tenía cuatro núcleos en lugar de un solo canal, algo que permitió distribuir la señal en diferentes bandas simultáneamente y reducir considerablemente las interferencias. Al mismo tiempo, esta fibra óptica tiene el mismo diámetro que la de un solo núcleo utilizada en la transmisión convencional, algo que la hace compatible con las infraestructuras que ya existen.
Los datos se transmitieron a través de la denominada multiplexación por división de longitud de onda: primero, un láser divide la información en 552 canales con diversas longitudes de onda, después de lo cual la envía a los cuatro núcleos dentro de la fibra óptica. Luego, los datos alcanzan los amplificadores ópticos —instalados a lo largo de todo el cable a intervalos de 70 kilómetros y hechos de raros materiales llamados tulio y erbio— que, a su vez, aumentan su señal e impiden su pérdida.
En general, la tasa de datos transmitidos fue de aproximadamente 145 Gb/s por núcleo y unos 580 Gb/s para todos los núcleos combinados. En cuanto a la velocidad récord de 319 Tb/s, se logró utilizando un máximo de 552 canales de longitud de onda.
Ahora los científicos japoneses tienen previsto llevar a cabo más estudios para desarrollar un sistema de cables de alta velocidad que permita transmitir datos a distancias transoceánicas.
En abril de 2020, el mismo equipo alcanzó un récord de velocidad de internet de 172 Tb/s. Y en agosto de ese mismo año, unos investigadores de la University College de Londres consiguieron una impresionante velocidad de transmisión de 178 Tb/s.
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