
El cuerpo humano nunca dejará de sorprendernos, pues día a día se van conociendo más funciones que nos ayudan a tener una mejor calidad de vida, por lo que resulta justo mantenerlo en forma y bien alimentado para que se mantenga en excelentes condiciones.
Una de las cosas que más puede sorprender del cuerpo humano es la conexión que hay entre los diferentes órganos que lo conforman, que muchas veces no pueden sobrevivir el uno sin el otro.
¿Qué pensarías si te decimos que tenemos un segundo cerebro? Alocado, ¿verdad? Pues parece que nuestro cuerpo almacena un órgano que se puede considerar como un segundo cerebro y ese es el tracto digestivo.
Aunque no lo creas, el tracto digestivo tiene funciones que ayudan a nuestro trabajo cerebral, pues proporciona el combustible necesario para el buen funcionamiento de nuestro cerebro y la calidad de esta especie de gasolina puede afectar incluso nuestras emociones.
En el tracto digestivo viven millones y millones de microorganismos que nos ayudan a producir la serotonina, que es un neurotransmisor necesario para regular la memoria, el sueño y el comportamiento.
El cerebro y el tracto digestivo se comunican a través del flujo sanguíneo e incluso en este órgano podría haber hasta 200 millones de neuronas, por lo que una alimentación que ayude a nuestra digestión puede ser un gran aliado para nuestro cerebro.