Aunque usted no lo crea, amable lector, Puebla es en estos momentos una de las tablas de salvación del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, quien vive sus peores momentos al frente del expartidazo.
Me explico.
Como se ha informado, esta semana se presentó en el Comité Nacional del tricolor un enfrentamiento violento entre priistas opositores al llamado “Alito” y aquellos que lo defienden.
La cosa no es menor, pues aunque Moreno Cárdenas se cura en salud presumiendo como propios “triunfos” obtenidos el 6 de junio a través de la alianza con el PAN y el PRD, muchos priistas consideran desastrosa la actuación del Revolucionario Institucional en las pasadas elecciones.
Y no están muy lejos de la realidad, pues el expartidazo solo gobernará 4 estados en México de los 12 que mantenía bajo control, es decir, que perdió un total de 8 entidades.
No se puede tapar el sol con un dedo y es una verdad comprobada que el PRI dio tumbos el pasado 6 de junio, por lo que la exigencia de renuncia de “Alito” no luce injustificada.
Más allá de que la violencia nunca será un camino acertado y de que hay priistas impresentables como Ulises Ruiz detrás de este movimiento, Alejandro Moreno sí debe rendir cuentas por lo sucedido en las pasadas elecciones.
Por este motivo, Alejandro Moreno vino este fin de semana a refugiarse en los abrazos de esos priistas poblanos que se sienten otra vez “Dios en el poder” al lograr espacios en el Congreso del Estado y en Ayuntamientos gracias a la alianza con el PAN.
Bajo este argumento, Moreno Cárdenas considera que el priismo poblano puede ser determinante para su permanencia como líder nacional, por lo que llegó a Puebla por los apapachos y respaldos de los tricolores de cepa.
Pero alguien debería decirle a “Alito” que el árbol al que se está arrimando no le dará mucha sombra, pues el PRI se mantiene como un partido en decadencia en Puebla y la muestra es el plan que se tiene en el tricolor para 2024.
Es un hecho que el PRI no tendrá perfiles competitivos para próximas elecciones y apostará a mantenerse cerca del PAN para recibir algunas sobras, lo que puede debilitar aún más el discurso de Alejandro Moreno.
Lo cierto es que en estos momentos el PRI poblano vive en una alucinación que le dio el 6 de junio, pero cuando la realidad alcance al expartidazo, uno de los que podrían recibir el peor golpe sin duda sería Alejandro Moreno Cárdenas. (Foto: RID noticias)
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