Las ganas de mostrarle al mundo un letrero le puede salir muy caro a la mujer responsable del caos generado en la primera vuelta del Tour de Francia. Ahora, esta ocurrente aficionada ha sido detenida por las autoridades francesas.
La mujer está siendo sometida a un interrogatorio policial, luego de haber sido identificada y detenida, informó la Fiscalía de Brest, ciudad donde arrancó la primera etapa de esta edición. La espectadora podría enfrentarse a dos años de prisión y a una multa de 35,000 dólares.
Las autoridades quieren recabar más información sobre lo que pasó el 26 de junio. Por lo que se puede observar en los videos difundidos en las redes sociales, la mujer sostenía un cartel escrito en francés y alemán que decía "Allez opi-omi" (Vamos abuelos y abuelas, en español).
El problema surgió porque la aficionada se pasó de la línea amarilla, que demarca la zona donde se pueden encontrar los espectadores. El ciclista alemán Tony Martin, que iba a la cabeza de la competición, chocó con el cartel de la mujer, creando un efecto dominó, en el que se vieron perjudicados docenas de ciclistas.
Esta caída masiva afectó los tiempos personales de cada atleta, además de retrasar la carrera. El accidente se produjo a 45 kilómetros de la meta de la primera etapa, en la ruta Brest – Landerneau.
A pesar de que ningún deportista tuvo daños graves, este accidente podría haber tenido un desenlace fatal.
La gendarmería de la región de Finisterre, donde se ubica Brest, anunció que la investigación judicial se lleva a cabo por "lesiones involuntarias con incapacidad no superior a tres meses por incumplimiento deliberado de una obligación de seguridad o prudencia".
Antes de la captura, la Policía había puesto un aviso en Facebook para localizar a la mujer que había abandonado el lugar de los hechos tras la caída.
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