Tokio, 1964, Japón no solo albergaba la décimo octava edición de los Juegos Olímpicos, también celebraban tener dicha celebración en el continente asiático. Aquí no solo fue mostrada la tecnología albergada en el país, sino también sentaron las bases para iniciativas deportivas comunitarias, aún presentes en todo el país. Todo ello fue un punto clave en la restauración de la imagen japonesa, dos décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial.
Mediante los Juegos Olímpicos, Japón vio en ellos la oportunidad de renovar las relaciones internacionales, además de crear una nueva percepción global del país. La imagen pretendida fue la de una nación pacífica, democrática y tecnológicamente avanzada, donde la mirada del mundo no pasó desapercibida.
Desde entonces, se ha hecho referencia a Japón como un ejemplo para las siguientes ediciones de los Juegos Olímpicos. La promoción de alto perfil de la destreza tecnológica japonesa en el transcurso de los Juegos Olímpicos, a través de innovaciones novedosas como transmisiones de televisión en vivo vía satélite, permitió a Japón expandir sus redes comerciales y convertirse en exportador mundial de bienes tecnológicos.
También, Tokio 1964 dio lugar a un nuevo movimiento político donde se hacía énfasis en la importancia de la educación física entre los jóvenes de la nación. Se promovieron políticas educativas hacia el deporte a lo largo de toda la vida académica, un enfoque que ha continuado en las décadas posteriores. Un informe del Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar de Japón en 2018 encontró niveles favorables de participación deportiva en los niños japoneses en comparación con otras naciones de altos ingresos.
Como innovación, Japón desarrolló nuevas estrategias para el deporte nacional, previo a la justa olímpica de Tokio donde el deporte comunitario fue el mayor beneficiado. Aquí dio origen a la creación de la Asociación de Clubes Deportivos Juveniles de Japón durante los preparativos para los Juegos Olímpicos, lo que condujo al surgimiento de clubes deportivos en todo el país y a la creación de una liga nacional de futbol en 1965.
En ese mismo año y tras el término de los Juegos, el Centro Juvenil Conmemorativo de los Juegos Olímpicos Nacionales se construyó en una parte del sitio de la Villa Olímpica de Tokio 1964. Desde entonces ha servido como un espacio para educar y capacitar a los jóvenes, además de convertirse en el centro de formación de voluntarios para Tokio 2020.
Cabe destacar la imagen global moderna y conocedora de la tecnología mediante la introducción de una gran cantidad de innovaciones tecnológicas históricas durante el curso de Tokio 1964. Las innovaciones en la transmisión fueron particularmente notables, y los Juegos Olímpicos se transmitieron a un tercio del mundo en tiempo real a través de una transmisión por satélite.
A partir del uso de micrófonos de captación cercana y repeticiones en cámara lenta por primera vez, la experiencia del espectador se vio mejorada en muchos sentidos. Se utilizaron computadoras para registrar estadísticas, permitiendo mostrar los tiempos de los atletas en las pantallas de televisión. Además, la compañía Seiko se convirtió en el cronometrador oficial de los Juegos Olímpicos por primera vez y vinculó el pistoletazo de salida.
Japón es un país caracterizado por llevar la tradición de la mano con la actualización tecnológica, y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 no podían ser diferentes. Si bien se ha construido un nuevo Estadio Olímpico para Tokio 2020, en el mismo sitio que el Estadio Nacional original que acogió las ceremonias de apertura y clausura de Tokio 1964, el vínculo entre los dos Juegos Olímpicos es tangible.
Muchos de los lugares destinados para las Olimpiadas de Tokio 1964 se han actualizado y preparado para las Olimpiadas de Tokio 2020. Un ejemplo de ello son el Gimnasio Nacional Yoyogi (ahora llamado Estadio Nacional Yoyogi), el Salón Nippon Budokan, el Puerto de Yates Enoshima, el Parque Ecuestre y el Campo de Tiro Asaka.
Pese a la emergencia sanitaria ocasionada por la COVID-19, el mundo entero espera ver en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los juegos más tecnológicos de la historia. Además, será un punto de referencia para eventualidades futuras y como anteponerse a las mismas.