El pasado viernes la Policía de Arvada, Colorado, EU, informó que uno de sus agentes asesinó a tiros a un "buen samaritano" que redujo a un atacante que momentos antes había matado a un oficial del departamento y evitó una "mayor pérdida de vidas", aunque él terminó muerto.
Los hechos datan del 21 de junio, cuando el agente Gordon Beesley respondió al reporte sobre una persona sospechosa en el área de Olde Town Arvada. Al llegar fue asesinado a tiros por un hombre armado con un rifle e identificado como Ronald Troyke, que "expresó su odio hacia los agentes", según lo informado por el jefe de la Policía de la ciudad, Link Strate.
Luego de asesinar a Beesley el criminal abrió fuego contra las ventanas de las patrullas estacionadas en la zona, y poco después se retiró hacia una concurrida área comercial, donde fue confrontado por Johnny Hurley, quien accionó su pistola contra el sospechoso y tomó el arma del asesino. Y justo en ese momento otro oficial arribó al punto y sin pensarlo disparó contra “el chico bueno”, pues sostenía el arma del atacante, y lo asesinó. La Policía de Arvada lo calificó como una "tragedia indescriptible".
Las imágenes captadas por cámaras de vigilancia que muestran el momento del ataque de Troyke contra Beesley fueron difundidas por la policía, que más tarde refirió: "En este momento, no se publicarán más videos o declaraciones relacionados con el oficial involucrado en el tiroteo", señaló la autoridad.
Al respecto, el jefe de la Policía dijo: "La amenaza a nuestros oficiales y la comunidad fue detenida por un héroe llamado Johnny Hurley. Las acciones de Johnny solo pueden describirse como decisivas, valientes y efectivas para detener una mayor pérdida de vidas. Lo que sucedió a continuación es igualmente trágico".
De acuerdo con el periódico The Colorado Sun, la Policía informó que el agente que asesinó a Hurley fue puesto bajo licencia administrativa mientras se lleva a cabo la investigación sobre si el uso que hizo de su arma estaba justificado.
