El portero de la selección nacional de futbol de Birmania Pyae Lyan Aung, que rechazó la semana pasada abandonar Japón después de jugar un partido allí, solicitó el estatuto de refugiado este martes, comunicó la agencia Kyodo citando a su abogado.
El futbolista dijo que teme por su vida tras hacer un saludo con tres dedos mientras sonaba el himno nacional de Birmania antes de un partido con los japoneses, celebrado a finales de mayo en la prefectura de Chiba, cerca de Tokio.
Dicho gesto –prestado de la serie estadounidense de 'Los juegos del hambre'– simboliza el apoyo a la democracia en Asia sudoriental y oriental, y los birmanos lo utilizan para protestar contra el golpe militar producido el 1 de febrero pasado.
El miércoles pasado, Pyae Lyan Aung, que debía regresar a Birmania junto con sus compañeros de equipo, declaró a las autoridades migratorias del aeropuerto de Kansai en la prefectura de Osaka que deseaba permanecer en Japón.
El 1 de febrero pasado, pocas horas antes de constituirse el nuevo Parlamento de Birmania, los militares dieron un golpe de Estado, decretaron el estado de emergencia por un año y detuvieron a numerosos líderes políticos, entre ellos el presidente Win Myint y la gobernante de facto, consejera de Estado y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
Los altos mandos del ejército, que habían gobernado Birmania durante décadas, justificaron el golpe por las denuncias de fraude masivo en las elecciones generales de noviembre de 2020, que dieron una clara victoria a la Liga Nacional para la Democracia.
La asonada generó un amplio repudio internacional y una oleada de protestas en Birmania, con miles de personas desafiando la represión y protagonizando protestas callejeras y acciones de desobediencia civil para reivindicar la restauración del Gobierno civil y la liberación de los presos políticos.