Christian Eriksen, el futbolista danés que padeció un desmayo y reanimación cardiopulmonar durante el encuentro contra Finlandia en la Eurocopa, se encuentra estable, pero continuará ingresado en un hospital de Copenhague. Los médicos reportan que el jugador del Inter está de buen humor y ya habló con sus compañeros, a quienes dijo: “¡Ya estoy listo para volver a entrenar!”
De acuerdo con La Gazzetta dello Sport que citó Martin Schoots, agente del volante del Inter, el jugador del conjunto de Milán dijo a su familia: “quiero entender lo que me pasó”. Además, se mostró de buen humor, entusiasta con volver a las canchas. “¡Ya estoy listo para volver a entrenar!”, y “bromeó, porque estaba de buen humor. Lo encontré bien, pero todos queremos entender lo que le sucedió, él también quiere hacerlo. Por eso los médicos están realizando exámenes en profundidad. Llevará tiempo”, dijo.
El futbolista se encuentra junto a su esposa y sus padres, con quienes recibió cientos de mensajes de sus exentrenadores, compañeros, patrocinadores y algunos antiguos ejecutivos. “Él quiere estar de nuevo con su selección para apoyar al equipo en el próximo partido frente a Bélgica”, refirió su agente. Se le ve tan bien que incluso dialogó con Lukaku a través de una videollamada. “¡Creo que estás en peor forma que yo! Ahora estaría listo para entrenar”.
Asimismo, el entrenador sueco Jane Andersson y su capitán, Sebastian Larsson, se unieron a las muestras de solidaridad y ayer mostraron su “apoyo” al danés a través de una foto en la que se pudo ver a todo el plantel reunido junto a una bandera que decía “Lucha Christian”.
Al respecto, Andersson dijo: “Nos ha llegado la noticia de que está bastante bien y nosotros jugamos nuestro partido mañana. Ojalá sea el único suceso de este tipo del torneo”. Hizo lo propio Larsson, quien afirmó: “no se piensa en países o rivalidades cuando sucede algo así, pensamos en otro ser humano, en un colega y quiero mandarle mi apoyo a Eriksen, a su familia y a sus compañeros. Ojalá podamos verlo pronto”.
Eriksen cayó desplomado en el minuto 43 del partido entre Dinamarca y Finlandia, en el Parken Stadion. El volante sufrió un paro cardiorrespitario y fue atendido en el campo por los médicos del estadio, que intentaron reanimarlo durante casi 15 minutos. Finalmente, fue estabilizado y trasladado a un hospital de Copenhague, donde se reporta estable y consciente.