El debate respecto a recibir espectadores en los Juegos Olímpicos continúa. Los organizadores ven poco probable permitir aficionados en los recintos deportivos, pues la sede de los Juegos Olímpicos, Tokio, junto con varias prefecturas, mantienen declaratoria de emergencia hasta el 20 de junio, y aunque los contagios han disminuido la propagación de variantes es un tema que preocupa.
El acuerdo al que se ha llegado es que no habrá aficionados extranjeros en la justa olímpica, por lo cual prácticamente solo se podrá ver por televisión. Sin embargo, este día, durante un panel formado por el comité organizador de los Juegos Olímpicos, el doctor Nobuhiko Okabe, director general del Instituto Politécnico de Salud Pública de la Ciudad de Kawasaki, sugirió que podría ayudar contar con pocos aficionados.
Además, Okabe dijo que no es solo cuestión de tener aficionados en los recintos, sino que tras culminar los eventos deportivos el público se dirige a bares o restaurantes y “no queremos que la gente se movilice demasiado”, dijo. “Ese es nuestro deseo cuando pensamos en medidas antivirus”.
Respecto a la decisión de tener público local, la presidenta del comité organizador, Seiko Hashimoto, dijo que anunciaría la resolución en abril; pero hasta el momento no se ha dicho nada al respecto.
El costo de no recibir espectadores se estima en unos 800 millones de dólares de pérdidas para el comité organizador. Y gran parte de esa cantidad deberá ser compensada por entidades del gobierno japonés.
Con base en cifras oficiales, Japón ha gastado hasta el momento 15,400 millones de dólares en la organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, aunque las auditorías gubernamentales apuntan a que la cantidad es mucho mayor.
Asimismo, la agencia japonesa de noticias JiJi Press publicó hoy, sin citar fuentes, que el doctor Shigeru Omi difundiría un reporte la próxima semana sobre los riesgos de permitir el acceso de los aficionados. Omi es exdirector regional de la Organización Mundial de la Salud y se encuentra al frente del equipo especial del gobierno para el combate del COVID-19.
En una sesión parlamentaria la semana pasada, dijo que “resulta crucial que no permitamos que los Juegos Olímpicos detonen el flujo de personas”.