Un sacerdote y una joven que trabaja para él provocaron gran alboroto en la parroquia "Jesús Buen Pastor" de la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya, luego de que los familiares de la joven vinieron siguiéndola desde Oaxaca pensando que había sido secuestrada.
Se trata del presbítero Marcos Marcelino Millán Alvarado, quien fue transferido desde Quimixtlán, Oaxaca, para hacerse cargo de la referida parroquia, por lo que incluso ayer hizo una misa para celebrar la toma de posesión del templo.
Sin embargo, alrededor de las 21:00 horas de ayer, un grupo de personas llegó a la parroquia acusando que el sacerdote tenía secuestrada a una joven y que la tenía privada de su libertad desde Oaxaca.
Ante estos señalamientos, vecinos de la unidad habitacional dieron aviso al número de emergencias 911, por lo que elementos de la Policía Municipal de Puebla llegaron para entrevistarse con los involucrados.
La presunta víctima, de 27 años, descartó a los policías que estuviera secuestrada y reconoció que viajó desde Oaxaca con el sacerdote por voluntad propia, aunque una vez en Puebla avisó a sus familiares donde estaba y que estaba bien.
Los familiares de la joven también señalaron que el vehículo en el que se trasladaron desde Oaxaca a Puebla es propiedad de la familia, por lo que ese fue otro motivo por el cual llegaron a la capital poblana.
Por su parte, la Arquidiócesis de Puebla confirmó que el sacerdote no incurrió en ningún tipo de delito y que la joven de 27 años trabaja para él, descartando así que pudiera existir una relación sentimental entre ellos, como se especuló; asimismo, se adelantó que un seminarista se hará cargo de la parroquia mientras se arregla la situación.
