En cada debate, ya sea de orden federal o local, todos los candidatos tienen la pésima costumbre de proclamarse “ganadores”.
En el caso del Debate Puebla, celebrado la noche de este domingo, los candidatos y el Instituto Electoral del Estado (IEE) deberían ofrecer disculpas por el gris acto presentado.
En fin, así como todos se proclaman “ganadores”, también deberían tener la decencia algunos de decirse perdedores, por no decir fracasados.
Y en ese tenor está el llamado “Lalo Fake”, del micro partido Fuerza por México, que debe ser considerado como el gran perdedor del debate, “honor” que sin duda logró con sus pobres participaciones.
Este candidato se pasó todo el debate lanzando ataques sin ton ni son contra los Rivera originales, Eduardo y Claudia, en una “estrategia” desesperada de un abanderado que no alcanza ni el 3 % de las preferencias electorales.
Se catalogó casi como un “mesías” que podía salvar a México y casi casi se dijo un “santo” sin cola que le pisen.
Sin importar que el debate es una ventana para presentar propuestas, “Lalo Fake” parecía enfocado en repetir sistemáticamente ataques contra Eduardo Rivera Pérez y Claudia Rivera Vivanco.
Lo mejor de todo -y lo más ridículo para “Lalo Fake”- es que nadie lo pelaba en sus constantes críticas sin sentido.
Fue motivo de burla en redes sociales, más cuando el propio Alfredo Victoria, del PES y que parecía tener pocos ánimos de participar en el debate, lo llamó “Lalo Fake”.
Sí, el candidato del partidito Fuerza por México fue el gran perdedor de un debate bajo de nivel, lo que hace aún más ridículo su fracaso en este ejercicio.
Por cierto, un “comunicador” conocido por vender “tlacoyos” dio a entender que le darían 51 millones de pesos a “Lalo Fake” por declinar a favor de Claudia Rivera.
Amable lector, 51 millones de pesos por un 3 % de preferencias electorales me parece un pago muy, muy, pero muy exagerado.