Fanatismo por AMLO y brigadistas de MORENA

Fanatismo por AMLO y brigadistas de MORENA

Amable lector, seguramente en su andar se ha topado con unos jóvenes -y no tan jóvenes- con un chaleco guinda de MORENA. Quiero creer que son brigadistas del partido vinotinto y no mapaches electorales.

 

Le cuento, quien escribe esta columna salió de su domicilio a hacer unas compras a un supermercado cercano. Por lo regular, este columnista se coloca unos audífonos mientras camina a su destino.

 

En el trayecto, un joven me tocó el hombro y obviamente asustado voltee a verlo solo para escuchar un concierto de tarugadas que en lo personal me resultan preocupantes.

 

Sin decir siquiera “buenas tardes”, el brigadista de inmediato soltó la pregunta más tonta que haya escuchado en esta campaña electoral:

 

“¿Cuántas personas de su familia, aparte de usted, tienen la intención de votar por MORENA en las próximas elecciones?”.

 

Ante esto y medio aturdido por la manera en la que fui abordado solo atiné a decir: “Pues el voto es libre y secreto. ¿No?”.

 

Pero el joven, con la incomodidad que causa el fanatismo absurdo político, levantó la voz y señaló: “Pero sí van a votar por MORENA. Hay que apoyar al presidente. Ya trajo las vacunas, hay que agradecerle”.

 

“Hasta donde sé, las elecciones actuales son para elegir diputados federales y locales, así como alcaldes, no para reelegir al presidente”, respondí ya un poco molesto porque tenía prisa.

 

Sin embargo, este muchacho como de 22 años insistió y hasta quiso dar cátedra de democracia: “Es que es necesario saber cuántos van a votar por MORENA, para que el INE no haga fraude. Hay que votar todo MORENA”.

 

Ya encendido le cuestioné si era brigadista de algún candidato, promotor del voto o de plano un mapache electoral, a lo que el muchacho fanático de “ya sabes quién” montó en cólera y respondió: “Es que por gente como usted existe el PRIAN, solo le estoy preguntando cuántos de su familia van a votar por MORENA”.

 

“Ah, pues yo me guardo el derecho a responder, pues te reitero que el voto es libre y secreto, además ni siquiera te presentaste y esto que estás haciendo lo puedo denunciar como delito electoral”, agregué ya harto del impertinente joven morenista.

 

Y así como llegó se dio la vuelta para buscar acosar a otra persona seguramente.

 

Amable lector, el fanatismo por cualquier persona, actividad, deporte, club de futbol, etcétera, nunca trae buenas consecuencias.

 

El fanatismo político, disculpe la palabra, simplemente es una estupidez.