Henry McCollum y Leon Brown, dos hermanastros afroamericanos con discapacidad intelectual, que en 1983 fueron condenados a muerte de manera injusta por la violación y asesinato de una niña de 11 años, serán indemnizados con 75 millones de dólares tras el fallo de un jurado de Carolina del Norte, Estados Unidos.
De acuerdo con AP, cada uno recibirá 31 millones de dólares, un millón por cada año que pasaron en prisión. Además, el fallo designó otros 13 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios. "El primer jurado que escuchó todas las pruebas, incluidas las suprimidas erróneamente, determinó que Henry y Leon eran inocentes", dijo el abogado Elliot Abrams tras el juicio.
Los hechos datan de 1983, en una localidad llamada Red Springs, en el condado de Robeson, cuando los hermanastros tenían 19 y 15 años y fueron acusados por el asesinato de una menor. McCollum pasó la mayor parte de su tiempo en prisión en el “corredor de la muerte”, convirtiéndose en la persona que más tiempo ha estado condenada a la pena capital en Carolina del Norte.
Fueron liberados en 2014 luego de que una investigación reveló una prueba de ADN del verdadero asesino. En 2015 iniciaron un proceso legal contra las autoridades que los pusieron tras las rejas, argumentando que se violaron sus derechos durante los interrogatorios policiales, en los que se les obligó a decir que eran culpables aprovechando su condición mental.
Tras el fallo del viernes, Leroy Allen y Kenneth Snead, dos exagentes de la Oficina de Investigación del Estado (SBI, por sus siglas en inglés) que formaron parte de la investigación original fueron sentenciados a prisión, aunque no se reveló la condena.
Por su parte, McCollum, tras conocer la decisión judicial, dijo: "Tengo mi libertad", "Hoy en día, todavía hay muchas personas inocentes en prisión, y no merecen estar allí", denunció.