Una auxiliar de enfermería estadounidense fue condenada este martes a siete cadenas perpetuas por asesinar a mismo número de víctimas, a quienes inyectó dosis letales de insulina en un hospital en la ciudad de Clarksburg, Virginia Occidental; se trataban de veteranos de las Fuerzas Armadas.
De acuerdo con Associated Press, Reta Mays, de 46 años, se declaró culpable en 2020 ante una corte federal por haber inyectado a sus víctimas insulina no recetada entre 2017 y 2018. En un principio había negado en tres ocasiones su implicación en las muertes.
Al respecto, el juez federal Thomas Kleeh calificó a la asesina como un monstruo: "Varias veces sus abogados han dicho que no debería ser considerada un monstruo. Respetuosamente, no estoy de acuerdo con eso. Es de la peor clase. Es el monstruo que nadie ve venir", dijo antes de dictar sentencia.
Sin embargo, en su declaración de culpabilidad, Mays admitió haber inyectado la insulina a pacientes que, según ella, estaban sufriendo, y quería asegurarse de que fallecieran "apaciblemente".
"Justice" is how one of the victim's daughters described today, as former nursing aide Reta Mays was sentenced to seven consecutive life sentences, one for each of the veterans she admitted to killing at a VA facility in West Virginia.
— Natalie Brand (@NatalieABrand) May 12, 2021
The day in court:https://t.co/BCEqo9KN3w
Además, confesó que buscaba en internet temas acerca de asesinas en serie y veía en Netflix “Nurses Who Kill” (Enfermeras que matan) durante sus turnos nocturnos. Mays afirmó también que su “ayuda a los veteranos” le dio un sentido de control, ya que en aquel entonces padecía mucho estrés y tenía problemas en su vida personal y profesional.
No obstante, la acusación calificó las acciones de la condenada como "depredadoras" y los fiscales recordaron que sus funciones laborales se limitaban a medir los niveles de glucosa en sangre de los pacientes, ya que las auxiliares de enfermería no están cualificadas para administrar fármacos.
Jay McCamic, el abogado de Mays, hizo eco de la depresión y la ansiedad, entre otros problemas de salud mental que sufre su cliente, a fin de que la sentencia fuera menos rigurosa; pero no funcionó.
"Mucha, mucha gente se pregunta por qué, por qué Reta hizo esto. [...] Desgraciadamente, el por qué no es una pregunta que se pueda responder aquí. Reta no sabe por qué", afirmó McCamic.
El fiscal Bill Powell señaló el registro de hasta 20 muertes sospechosas en el centro médico durante el tiempo que Mays trabajó allí. Sin embargo, solo fue incriminada por los casos con evidencias suficientes.
Reta Mays, 46, admitted to giving the veterans, aged 81 to 96, lethal doses of insulin, according to court records. She could receive seven life sentences plus an additional 20 years in prison. https://t.co/stKokBUZ5t
— USA TODAY (@USATODAY) May 10, 2021