Durante campaña y poco antes de convertirse oficialmente en presidente de México, escuchábamos a Andrés Manuel López Obrador terminar anuncios optimistas con su ya célebre frase “me canso, ganso”.
Amable lector, déjeme decirle que el “ganso” de la Cuarta Transformación ya se cansó.
Desplumado, flaco y con el pico roto está ese “ganso” cansado.
Primero se quedó sin dinero por una estrategia económica que no dio resultados, luego enfermó de COVID-19 y sin mucha fuerza sus alas intentan ocultar negligencias como la presentada en la tragedia de la Línea 12 del metro de la CDMX.
Este “ganso” cansado “cuatritransformador” ahora debe enfrentar una campaña política y evidentemente no puede levantar el vuelo.
Y es que le atacó una enfermedad llamada nepotismo y que se apellida Salgado Macedonio en Guerrero, al mismo tiempo que el pico no le alcanzaba para callar los señalamientos contra un presunto abusador sexual llamado Saúl.
El “ganso” cansado llegó a Puebla y fue apedreado por sus propios militantes que hasta hace dos años le juraban amor eterno.
Exhibido y humillado ahora quiere convencer a la sociedad de que la continuidad es la mejor opción en estos momentos para el país.
Pero el “ganso” no solo está cansado, está herido de muerte y pese a su mal aspecto sigue hambriento de poder, pero ahora ruega por un poco de sobras electorales.
Le quedan 3 semanas a este “ganso” vinotinto para recuperar fuerzas y levantar el vuelo, lo que luce complicado, pues el impulso y cariño que le dieron los mexicanos en 2018 ha quedado en el olvido.
Pobre “ganso” cansado y humillado.
El candidato “fake” mitómano
Si hay un partido político en grave riesgo de perder su registro, ese sin duda es Fuerza por México, que ha tomado pésimas decisiones al menos en Puebla capital con su candidato a la alcaldía.
En redes sociales le llaman el “candidato fake” al ser tocayo de nombre y apellido del abanderado que lidera todas las encuestas.
Lo llaman así porque hace unos días algunos bots en redes sociales comenzaron a circular información falsa sobre él, afirmando que “subía como la espuma” y estaba a punto de rebasar a los candidatos más fuertes en esta contienda por la presidencia municipal de Puebla.
Esto es más falso que el cariño de la sociedad que tanto presume. Es más, en encuestas serias como la presentada por Massive Caller ni siquiera aparece su nombre en la medición.
Esta encuesta, por cierto, pone como puntero a Eduardo Rivera Pérez, el original.