
México es un país con grandes investigadores y científicos que tienen la capacidad de aportar sus conocimientos en la lucha contra el COVID-19, especialmente en la fabricación de una vacuna contra este virus 100% mexicana.
No obstante, las autoridades federales han mostrado un total desprecio contra estos esfuerzos que se pueden hacer en diversas instituciones educativas del país, que cuentan con departamentos de investigación y desarrollo de primer nivel.