Cristiano Ronaldo y Lionel Messi dominaron el panorama del fútbol en los últimos 15 años con mano de hierro. Su presencia marcó cada año la premiación del Balón de oro o del FIFA World Player, y solo alguno de estos premios se les escapó. Sin embargo, llegó la hora del relevo. El tiempo de la juventud.
El crack de la Juventus de Turín, de 36 años de edad, aún marca muchos goles, pero su aporte con el equipo italiano dista mucho del que dio con el Manchester United inglés o el Real Madrid español. Esta temporada, a pesar de sus 32 dianas en 36 partidos con el club bianconero, la Juve no retendrá la corona en el torneo local y dijo adiós a la Champions en octavos de final. Un solo título podrá ganar el luso: la Copa de Italia.
Messi, a punto de cumplir 34 años, continúa su idilio con el gol desde las filas del Barcelona, pero su aporte en los sistemas de juego ya no es el mismo de antes y año tras año cede en los partidos más importantes. Y aunque la afición aún lo venera y lo cree responsable principal de la mejor época de los azulgranas en la historia, ha comenzado, al parecer, el lógico declive.
EL BALÓN DE ORO
En 2008 Cristiano ganó su primer Balón de Oro. Un año antes lo había conseguido el brasileño Kaká. Y desde entonces él y Messi se alternaron el premio hasta la edición de 2018, cuando Luka Modric, ganador de la Champions con el Real Madrid y subcampeón mundial con Croacia, estropeó una seguidilla de trofeos para uno u otro.
Al año siguiente, sin embargo, Messi volvió a lo más alto y logró romper el empate de cinco trofeos que tenía con Ronaldo y se convirtió en el primero en conseguirlo en media docena de oportunidades.
France Fútbol, la revista francesa encargada de entregar el Balón de Oro, dejó libre el premio en 2020, por todo lo relacionado con la pandemia y la imposibilidad de todos los jugadores de pelear por él en igualdad de condiciones, pero de haber tenido vigencia ninguno de los dos lo hubiera levantado porque el polaco del Bayern Múnich Robert Lewandovski hizo todos los méritos posibles, entre ellos los títulos de la Bundesliga y la Champions.
En 2021 tampoco parece probable que ninguno de los dos aspire el galardón. Tendrían que terminar muy bien la temporada y ganar, con actuaciones destacadas la Eurocopa, en el caso de Cristiano, y la Copa América, por parte de Messi. Pero aun así, incluso, creo que no les alcanzaría.
LA NUEVA HORNADA
Mientras el portugués y el argentino ven pasar sus mejores años y se acerca a pasos de gigante el fin de sus respectivas carreras, un grupo de jóvenes talentosos y llenos de ímpetu se abren paso y parece inminente que el trono cambie de dueño.
Si hace un lustro le preguntaban a alguien cuales eran los dos jugadores más determinantes del mundo, era fácil decir que Cristiano y Messi. Alguien, tal vez, mencionaba a Neymar Jr. o a Lewandoski, pero la misma interrogante ahora lleva, casi seguro, al francés Kilyan Mbappé y al noruego Erling Haaland.
El primero empezó a destacar en el Mónaco que ganó la Ligue 1 de la temporada 2016-17 y además fue semifinalista de la Champions. Después, el joven atacante fue figura en la Francia campeona Mundial de Rusia 2018 con excelentes actuaciones y quienes votaron por el Balón de Oro le esquilmaron el primero de sus granes trofeos individuales. Tal vez la Champions del Madrid, o su juventud, pesaron a la hora de decidir.
La pasada temporada se plantó en la final de la Champions con el PSG, pero su equipo cayó ante un Bayern Múnich que pareció un rodillo sobre la cancha.
En esta campaña, aunque no le va muy bien en la Liga francesa, marcó cuatro goles al Barcelona de Messi en los octavos de final de Champions, y otros dos al Bayern en la victoria 1-3 del PSG en la ida de los cuartos de final.
Haaland, por su parte, se cansó de marcar goles en el Red Bull Salzburgo y desde que el año pasado dio el salto al Borussia Dortmund su clase y su valor se multiplicaron. Se ha convertido en el nueve de referencia en el mercado mundial del fútbol.
Detrás de Mbappé y Haaland anda media Europa. O no tanto, pero sí todos los clubes poderosos, porque saben que contar con uno de ellos en sus filas -o con los dos- será una patente de éxitos para los próximos 10 años.
Al parecer, ninguno de los dos jugará la próxima temporada con el equipo que lo hizo este año, aunque nadie tiene certeza absoluta de donde estarán en los próximos meses. Pero lo que sí nadie duda es de que sus nombres estarán vinculados a las próximas entregas del Balón de Oro. Y eso no quiere decir que Cristiano o Messi hayan dicho la última palabra. Pero en el fútbol, como en el tenis o cualquier otro deporte, es hora de una nueva generación. (Sputnik)