Los grandes cocineros del mundo están llenos de herramientas para poder llevar a cabo su actividad de manera correcta y sobresalir en el arte gastronómico; sin embargo, en México tenemos algunos utensilios que han pasado de generación en generación y que encontramos en diversas cocinas tradicionales.
Afortunadamente, pueblos originarios y algunas familias de las grandes urbes han mantenido el uso de estos utensilios, que definitivamente son de gran apoyo en la rica gastronomía que tenemos en nuestro país.
Un ejemplo de estos utensilios es la tortillera, una especie de prensa que muchas abuelitas tienen en su cocina y sirve para colocar masa y hacer ricas tortillas caseras, que quedan perfectas con un taco de cualquier delicia que podemos encontrar.
Tenemos también el fabuloso molcajete, que hacen la función de una licuadora sin usar electricidad, donde con un mortero de piedra se pueden moler los ingredientes de una rica salsa para acompañar el taco líneas arriba mencionado.
De la mano de estos utensilios encontramos el comal, que es indispensable en las cocinas mexicanas para calentar a la perfección las tortillitas e incluso para asar jitomates y otros ingredientes de caldos y salsas.
Un rico chocolate siempre debe ser cocinado con ayuda del molinillo, una especie de cuchara que ayuda a ir disolviendo el chocolate en el agua o la leche para luego servirlo bien espumoso, junto con un delicioso pan dulce.
Finalmente tenemos a la no menos importante olla de barro, indispensable para preparar unos deliciosos frijoles o un rico mole. Ningún otro utensilio de cocina, ni siquiera la batería de cocina más cara, dará los resultados en sabor y cocción de una olla de barro.
