Un 2 de abril, pero de 1805, nació en Dinamarca el gran Hans Christian Andersen, escritor de cuentos infantiles que con el paso de los años se convirtió en el guardián de la imaginación de los niños, gracias a sus obras que crean ilusiones entre los pequeños.
La infancia y juventud de Hans Christian Andersen no fue nada sencilla ni maravillosa como en sus grandes obras, pues quedó huérfano de padre a los 11 años y tuvo que pelear con los problemas de alcoholismo de su madre, lo que le dejó lecciones de vida que plasmó en sus cuentos.
Su padre fue esencial en su vida como escritor, al fomentar sus habilidades de escritura y su imaginación con la creación de su propio teatro guiñol, algo que quedó trunco gracias a la muerte de su progenitor
Entre sus grandes obras debemos nombrar a cuentos como "El Soldadito de Plomo", " La Sirenita" y por supuesto "El Patito Feo", textos que han marcado a generaciones enteras, además de que han recibido enseñanzas para su vida adulta.
Hans Christian Andersen ha despertado el interés por la lectura de millones de niños, que son inundados de ilusiones en cada una de las líneas escritas por este autor, que es reconocido como el máximo exponente de este tipo de literatura.
En su honor, este 2 de abril se celebra el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Sus obras se han traducido a diversos idiomas y son inspiración de películas y puestas en escena, además de obras de ballet, mostrando la grandeza e importancia de Hans Christian Andersen.
