Un grupo de científicos rusos analizó los datos de más de 100 cosmonautas rusos y soviéticos que estuvieron en órbita —un tercio de los cuales ya había fallecido— y estableció que las enfermedades cardiovasculares habían sido la causa de su fallecimiento en la mayoría de casos.
El primer cosmonauta del mundo, Yuri Gagarin, no murió a raíz de una enfermedad, sino en un accidente aéreo hace 53 años, el 27 de marzo de 1968, al realizar un vuelo de entrenamiento en un avión MiG-15UTI. Gracias a las agujas de un reloj a bordo fue posible establecer que la tragedia había tenido lugar aproximadamente a las 10:31, hora de Moscú.
Los detalles sobre la muerte de cosmonautas figuran en un informe conjunto a cargo de un grupo de científicos del Instituto de Investigación Científica de Medicina Izmerov, del Centro Médico Biofísico Federal Burnazián y del Instituto de Investigaciones Médico-biológicas de la Academia de Ciencias de Rusia. El equipo planea presentar su trabajo en el simposio internacional Un ser humano en el espacio que se celebrará del 5 al 8 de abril en Moscú.
Durante las investigaciones, analizaron los datos de 118 cosmonautas soviéticos y rusos a lo largo de casi 60 años —del 1 de enero de 1960 al 31 de diciembre de 2018—. Unos 37 habían fallecido.
Un 48.65% falleció a causa de una enfermedad cardiovascular, y un 27.03%, por formaciones malignas. Fueron detectadas muchas muertes, un 16.22%, vinculadas a causas externas. Otros motivos se observaron en un 5.41% de fallecimientos, y un deceso ocurrió por razones desconocidas. La edad media de los fallecidos es de 64.4 años.
Los científicos formaron grupos de cosmonautas estudiados hasta el año 1989. Los muertos pasaron en la órbita unos 2,155 días de 14,749 que corresponden a 118 cosmonautas.
Todos los cosmonautas fallecidos realizaron sus vuelos durante los primeros pasos de la cosmonáutica, y por lo tanto fueron breves.
