
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios ha quedado nuevamente en ridículo en la presente pandemia por COVID-19. En esta ocasión, en el caso de las vacunas falsas Sputnik V halladas en Campeche.
Las personas de origen hondureño a las que les fueron confiscadas las supuestas vacunas lograron evadir a la justicia y escaparon, error que fue achacado a la Fiscalía General de la República, cuando la verdadera culpable fue la COFEPRIS por no hacer llegar oportunamente el informe del contenido de los frascos encontrados.