Tras la muerte de Isela Vega, su hijo Arturo Vázquez reveló que su madre vivió un oscuro episodio de depresión, del que fue rescatada por Juan Gabriel, pues dijo que durante su juventud establecieron una cercana relación de amistad y la conservaron hasta el último de sus días. Incluso, la primera actriz declaró más de una vez que el “Divo de Juárez” fue una de las personas más importantes en su vida y carrera.
En entrevista con con los medios de comunicación en el funeral de Isela Vega, su hijo declaró: “Yo no sé si admiró mucho a mi mamá, pero la arropó como madre. La quiso como a una madre. La vistió, la arropó, le volvió a dar vida y fue como mi hermano mayor”.
Además, Arturo Vázquez relató que su mamá y el cantante convivieron durante más de 40 años, y en algún momento Vega llegó a declarar que era su mejor amigo, incluso asistieron a una infinidad de conciertos.
Al saberse la noticia de su fallecimiento varias personalidades externaron sus condolencias, entre ellos el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero entre todas las reacciones resaltó la de Joaquín Muñoz, el hombre que fue representante de Juan Gabriel y que por años ha jurado que su gran amigo continúa con vida y escondido en espera del apoyo de las autoridades mexicanas.
Al respecto, el exmánager afirmó una vez más que “El Divo de Juárez” está vivo y afectado por la muerte de la actriz: “Juan Gabriel está sumamente consternado ante el fallecimiento de su gran amiga Isela Vega, esta madrugada lloró al saber la noticia de la mujer que vino a transformar al cine mexicano”.
Asimismo, en 2016, tras la muerte del cantante, la actriz bromeó sobre su relación tan cercana. Incluso dio su punto de vista sobre la vida amorosa del “Divo de Juárez'', de quien se dijo, sostenía relaciones sentimentales con mujeres e incluso que tenía “cierta preferencia por trabajadoras del hogar”.
En ese entonces dijo: “Conmigo, por ejemplo, nunca pasó nada, soy 10 años mayor que él. Una vez fuimos a Parácuaro a una de sus casas, hacía mucho frío y nos dormimos juntos en una cama, pero como me estaba muriendo de frío me le acerqué para sentir calorcito, pero se hizo más para allá y dije: ‘No, éste ya pensó mal’, y eso que yo no estaba tan peor en esa época”.