El FC Barcelona afronta una grave crisis dentro y fuera de los campos de fútbol, de la que el arresto del expresidente Josep Maria Bartomeu es tan solo el último capítulo.
El nuevo presidente de la entidad que salga elegido en las elecciones del 7 de marzo tomará las riendas de un Barça desolado por la pandemia a nivel económico y además hundido por una debacle institucional.
A esto se suman los malos resultados en el ámbito deportivo, tras una temporada sin títulos con el epicentro en la histórica derrota de 2-8 contra el Bayern el pasado mes de agosto que medios de todo el mundo tacharon de humillante.
"El Barça está cayendo por una pendiente desde hace tiempo, y con la llegada de Bartomeu se tomaron decisiones cada vez más disparatadas que acabaron costando mucho dinero, gastado en jugadores sin demasiado rendimiento, y esto dañó la imagen del club", cuenta a Sputnik Roger Vinton, escritor del ensayo 'El Barça ante la crisis del siglo' (Destino) publicado este mismo febrero.
El desenlace judicial del expresidente del reputado club de fútbol viene por "una obsesión por modificar la opinión pública", explica Vinton, a través del montaje de una campaña en redes para difamar a sus rivales que además habría sido costeada de forma irregular.
"Esto es casi un spin off en la trama central, que es la extremadamente mala situación del club, diría hasta dramática, a nivel económico", sostiene este escritor.
'BARÇAGATE', EL CASO QUE ACABÓ CON BARTOMEU
El club catalán ya era una olla a presión a punto explotar desde febrero de 2020, antes del coronavirus y los estragos deportivos, cuando la Cadena SER de radio destapó el caso que culminó un año más tarde con el arresto de Bartomeu.
Las filtraciones bautizadas como 'Barçagate' señalaban al entonces presidente y a su junta directiva por el abono de un millón de euros a una empresa con el objetivo de mejorar su reputación.
Esta compañía, i3 Ventures, empleó desde 2017 decenas de perfiles en las redes sociales para difundir opiniones favorables a los directivos azulgranas y contrarias a individuos críticos con la gestión del club.
Algunos de los afectados por la trama de difamación fueron jugadores como Leo Messi o Gerard Piqué, el exentrenador del primer equipo Pep Guardiola o el expresidente Joan Laporta, entre otros futbolistas, dirigentes, periodistas y políticos.
El millón de euros que el Barcelona supuestamente pagó de forma anual a la empresa se dividía en facturas por importes menores a 200.000 euros para eludir los controles internos de la entidad.
En julio del mismo año, tras el estallido del escándalo, la junta del Barça presentó las conclusiones de una auditoría que descartó cualquier campaña de erosión o actividades corruptas.
Pese a esto, la policía continuó las investigaciones abiertas en mayo en el marco de una causa dirigida por el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona, que admitió a trámite la denuncia de un grupo de socios de la entidad.
La indagación policial terminó el 1 de marzo con la entrada y registro en las oficinas del estadio del Camp Nou y la detención del expresidente, su exasesor Jaume Masferrer, el CEO Òscar Grau y el jefe de servicios jurídicos Román Gómez Ponti.
LIBERTAD PROVISIONAL MIENTRAS SIGUE LA INVESTIGACIÓN
Bartomeu había dimitido junto a sus directivos unos meses antes, el 27 de octubre, arrastrado por la polémica y amenazado por una moción de censura organizada por socios del Barça.
Tras pasar la noche en comisaría, el exdirigente quedó este martes en libertad provisional en calidad de investigado por delitos de administración desleal y corrupción en los negocios.
Según apunta en declaraciones a Sputnik el abogado José Domingo Monforte, especializado en el Derecho Deportivo, la información trascendida sitúa el horizonte penal delictivo en los cuatro años de prisión, si se prueban los delitos.
"Estamos ante delitos severos que han provocado que el juez quiera investigarlos bajo una declaración de secreto de la causa. (...) Puede ocurrir que no se pueda probar la culpabilidad o la dinámica comisiva en un juicio con todas las garantías y se absolverá, pero lo que sí hay hasta el momento es una evidencia sólida de que esto ha podido ocurrir", precisa este abogado.
Por su parte, Emilio Gude, socio del área de litigación del despacho Ceca Magán, apunta que "el FC Barcelona, en este proceso penal podrá ser considerado como perjudicado y podrá personarse en la causa como acusación particular y exigir la responsabilidad civil oportuna por el daño sufrido".
Este abogado añade que asimismo, por otra vía, el club "podrá exigir la responsabilidad de administradores, el presidente Bartomeu y demás miembros directivos implicados".
En un comunicado emitido tras las detenciones, el Barça ofreció su plena colaboración a la justicia en la entrega de documentación que pueda tener interés en el caso.
URGE UN CAMBIO EN LOS DESPACHOS
Bartomeu es el tercer presidente del club barcelonés arrestado después de Sandro Rosell (2010-2014), acusado de blanqueo de capitales, y Josep Lluís Núñez (1978-2000), condenado por sobornos a Hacienda.
Su marcha del Barça y posterior detención, ambas propiciadas por los socios, demuestran el afán de los aficionados por salvar al Barça de una gestión que provocó graves daños a su imagen.
El 7 de marzo, los más fieles al club están convocados a votar por el próximo presidente, una posición para la que apunta como favorito el exlíder Joan Laporta.
A juicio de Joaquín Maroto, corresponsal internacional del diario As, esto podría traer problemas ya que el exdirigente entre 2003 y 2010 "metió al Barça en una deriva política en un momento especialmente convulso para Cataluña por el proceso soberanista".
Sea quien sea el que tome las riendas del FC Barcelona, afrontará una presidencia turbulenta con retos de tanta magnitud como impedir la marcha del número uno mundial, Leo Messi, o solucionar la deuda de más de 1.173 millones de euros que ahoga las cuentas del club.
Maroto recuerda la situación que atravesaba el eterno rival, el Real Madrid, en el año 2000, cuando su actual presidente llegó y saneó las cuentas del club.
"Con esa operación salvó al Madrid económicamente y yo creo que los que vengan ahora van a tener que hacer algo parecido", apunta el periodista.
Vinton también marca como prioridad el enderezo de las cuentas: "Sin duda lo primero es renegociar la deuda con los acreedores, y lo segundo reducir gastos, que es como el Barça terminó en este embrollo pese a ser el club que más facturaba a nivel mundial".
Los escándalos, la ruina económica y el malestar entre aficionados y plantilla dejan al FC Barcelona en una situación desesperada, de la que solo podrá salir con un giro de timón que aleje de los escollos a uno de los clubes más laureados de la historia del fútbol.