En nuestra cultura empapada de machismo, el término “macho alfa” se ha usado para explicar la jerarquía que tiene una persona ante su familia o su misma comunidad, pensando que es de esta manera en la que las jaurías de lobos establecen sus rangos.
Sin embargo, este término adoptado por la sociedad es totalmente erróneo, pues resulta equivocado pensar que el “macho alfa” de una jauría es el dominador gracias al uso de su fuerza, como se piensa también de los líderes de las sociedades humanas.
El término “macho alfa” fue establecido por el doctor David Mech, quien años más adelante echaría abajo sus propias conclusiones, pues descubrió que el “macho alfa” no es aquel lobo que usa su fuerza física para imponerse.
Al contrario, el doctor Mech señaló que las jerarquías entre las jaurías de lobos surgen cuando hembra y macho se aparean y forman una nueva familia, por lo que ambos se convierten en los jerarcas máximos y líderes de la manada.
Por este motivo, David Mech ha insistido en que se deje de usar el término “macho alfa” en los lobos y algunos especialistas sugieren lo mismo para los humanos, pues ha quedado de manifiesto que es completamente erróneo.
De ahora en adelante sería bueno que pensemos antes de asegurar que somos “machos alfa”, pues hasta en el mundo salvaje el machismo no tiene cabida y mujeres con hombres deben avanzar de la mano.
