¿Puede esta pandemia ser más catastrófica que la de 1918?

¿Puede esta pandemia ser más catastrófica que la de 1918?

Ha pasado casi un año de que la pandemia llegó a México; otros países cumplieron el año este mes. La cifra oficial de muertos en el mundo rebasó los 2.5 millones, es calamitosa cualquier pérdida humana, pero cuando se compara con la cifra funesta de la pandemia de 1918-1920 se suele minimizar la situación, pero ¿es correcta esta comparación?, y ¿por qué los efectos de esta pandemia podrían ser más catastróficas que la anterior?

 

En 1918, un brote de influenza causada por el virus H1N1 se convirtió rápidamente en pandemia y estuvo presente hasta mediados de 1920. No se tiene una contabilidad exacta de las defunciones, van en un rango de entre 20 a 50 millones, según diferentes fuentes. En Estados Unidos la cifra ronda entre 550 y 675 mil. De la pandemia actual tampoco se tiene la contabilidad exacta de defunciones. Todos los países presentan en mayor o menor medida un subregistro, no necesariamente por omisión voluntaria, en muchos casos se debe a que las cifras que presenta la Organización Mundial de la Salud (OMS) son tomadas de los sistemas de salud de cada país y algunas personas fallecen sin recibir atención médica.

 

Algunos países están calculando la aproximación de defunciones a través de un método que se denomina exceso de mortalidad y consiste en considerar el promedio de muertes de los últimos cinco años y compararlos con las muertes reportadas por sus registros civiles desde que inició la pandemia. Los resultados son aterradores e indican que los muertos reportados por la OMS habría que multiplicarlos por un número entre 2 y 4.5. Por lo que, el número de muertos de esta pandemia sería entre 5 y 11.5 millones.

 

Si se considera que hay países que no llevan una contabilidad de las defunciones de su población, como en África, la situación es peor de la que imaginamos. Tan sólo en Estados Unidos las defunciones rebasarían el millón de personas, cifra mayor a la pandemia del siglo pasado.

 

Aunque a nivel mundial la pandemia parece estar teniendo un retroceso sostenido, la mayoría de los expertos pronostican que el virus permanecerá, en menor medida, al menos hasta 2022, por lo que es muy probable que las defunciones totales alcancen a las de 1918. Pero las consecuencias ahora serían peores a causa de la demografía actual. En 1920 la tasa de fertilidad a nivel mundial era de 4.43 hijos por mujer y con tendencia creciente, en 1965 se alcanzó el máximo nivel en 5.05 hijos. En cambio, en 2019 esa tasa reportó 2.31 hijos por mujer y con tendencia decreciente, el pronóstico de 2020 es de 2.2.

 

La tasa de fertilidad es un promedio de los hijos que tiene una mujer en su vida. También se conoce como tasa de reemplazo. Para que una población se mantenga estable en el tiempo la tasa debe ser mayor o igual a 2.1, es decir, que cada mujer ha concebido el reemplazo de los procreadores. El decimal de 0.1 significa que por cada 10 mujeres haya 21 hijos pues no todos los hijos podrían llegar a la edad reproductiva. Cuando la tasa de fertilidad de un país cae por debajo del 2, la población empieza a envejecer y en un lapso de 40 años decrece a la mitad.

Posterior a la pandemia de 1918 la población creció a una tasa de 2% anual y llegó a alcanzar 2.2% en los años sesenta. Ahora, la tasa mundial es de 1%, apenas la mitad. Lo anterior significa que con la tasa de fertilidad del siglo pasado le tomó a la humanidad un par de años recuperar los niveles previos a la pandemia. Con la tasa actual, muchos países no podrán recuperar su nivel poblacional previo.

 

En la gráfica 1 se muestran los 10 países más vulnerables por su demografía que han sido también los más afectados por la pandemia. No se incluyen Japón y Corea del Sur porque, aunque tienen tasas negativas de población y la menor natalidad del mundo, no han sido tan afectados.

 

Elaboración propia con datos de OMS, Banco Mundial y cálculos propios

 

La barra azul muestra el número de hijos promedio por mujer. España tiene la tasa más baja con apenas 1.2; mientras que Rumania, la más alta con 1.7, pero todos están debajo de la tasa deseada de 2.1. La línea punteada muestra la tasa de mortalidad de Covid-19, la más alta la tiene Bélgica, pero su dinámica poblacional no lo hace tan vulnerable por lo que no está en esta lista. Entonces, Reino Unido está a la cabeza con 1.8 muertos por cada mil habitantes, mientras que Croacia reporta 1.3.

 

La barra verde indica la tasa de crecimiento poblacional esperada para 2021. Todas son negativas. El país que más decrecerá será Bulgaria con 0.8%, el menor, Reino Unido con apenas 0.01%, llama la atención porque será la primera vez desde la segunda guerra mundial que su población decrece. La ciudad más afectada de Europa será Londres con una contracción poblacional de 5% y es que la pandemia también provocó la migración de muchas personas.

 

El descenso poblacional de los países desarrollados será un lastre para la recuperación económica. No en vano Joe Biden está impulsando una política migratoria, debe sustituir la enorme fuerza de trabajo que ha perdido, porque en el actual sistema somos sólo piezas estandarizadas sustituibles.

 

No todo son mala noticia. A un año de la pandemia también hay cosas buenas que contar. Se aceleró el desarrollo científico y tecnológico para tener vacunas efectivas en tiempo récord, los sistemas de inteligencia artificial permiten monitorear mutaciones casi en tiempo real, hay nuevos y mejores tratamientos y, esperemos, haya un aprendizaje profundo de nosotros como humanos y como especie frente a la naturaleza.

 

 

*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

 

Twitter: @BandalaCarlos