Otra consecuencia de la pandemia que golpea al mundo son los desechos derivados del uso de cubrebocas; sin embargo, científicos del Real Instituto Tecnológico de Melbourne, en Australia, han desarrollado una técnica para reciclar grandes cantidades de mascarillas y convertirlas en material de construcción.
Tras llevar a cabo una investigación sobre las posibles aplicaciones de las mascarillas quirúrgicas, en especial en el ámbito de la construcción civil, los especialistas descubrieron que, al mezclar cubrebocas desechables triturados con escombros de hormigón procesados, se obtiene un material de alta calidad para edificar carreteras.
De acuerdo con el estudio publicado por la revista Science of the Total Environment, los investigadores señalan que el producto obtenido se comportó de forma adecuada cuando le practicaron pruebas de resistencia a la tensión, al ácido y al agua. Asimismo, cumplió con las especificaciones de seguridad de ingeniería civil en cuanto a test de deformación y sus propiedades dinámicas.
Además, los expertos estiman que, por cada kilómetro de carretera de dos carriles construida con este material, se reciclarían alrededor de tres millones de cubrebocas, y de esta manera se evitaría que cerca de 93 toneladas de mascarillas terminen en los basureros.
Al respecto, Mohammad Saberian, líder de la investigación, refirió: "Este estudio inicial examinó la viabilidad del reciclaje de mascarillas de un solo uso en carreteras y nos entusiasmó descubrir que no sólo funciona, sino que también aporta verdaderos beneficios de ingeniería".
A causa de la pandemia por COVID-19, se estima que en el mundo son desechados cada día alrededor de 6,800 millones de cubrebocas, por lo que Mohammad Saberian espera que su trabajo "abra la puerta a nuevas investigaciones, a fin de estudiar si otros tipos de equipos de protección individual también serían adecuados para el reciclaje", concluyó.
