Un día después del Super Bowl, Florida informó que el estado se convirtió en el primero del país en superar los 200 casos de las nuevas variantes del COVID-19, en especial la de Reino Unido, la sudafricana y la brasileña, señalando que la final de campeonato de la NFL pudo ser un foco de contagio.
Las imágenes del acontecimiento deportivo parecían ser de momentos antes de la pandemia. El estadio se limitó a un tercio de su ocupación y recibió a 22,000 personas, muchas de ellas fueron trabajadores médicos vacunados que recibieron la entrada como regalo en agradecimiento por el duro año que enfrentaron, sin embargo, las redes sociales se llenaron de videos en los que se ve a personas abrazadas sin cubrebocas dentro y en los alrededores del estadio en Tampa, Florida.
Por su parte, las autoridades sanitarias federales y estatales advirtieron del riesgo que generaba el Super Bowl y que las consecuencias se verán en los próximos días. A pesar de los 22,000 aficionados reunidos en el estadio, el mayor riesgo estaría en las fiestas que se dieron fuera del inmueble. Ayer en Tampa las personas atiborraron los bares para celebrar el campeonato ganado.
A finales de la semana pasada, Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas decía: “Disfruten el Super Bowl, pero no lo hagan con mucha gente alrededor. Es el escenario perfecto para que el domingo se convierta en un foco de contagio masivo”. Sin embargo, se vio a la gente actuar de forma contraria.
Desde el 27 de enero hasta hoy en Estados Unidos se han registrado 699 casos de las nuevas variantes de coronavirus. Florida es el estado que hoy tiene la mayor parte de infectados con variantes del COVID 19, y según datos de los CDC (Centros para el control de enfermedades, según sus siglas en inglés), la mayoría pertenece a la cepa B.1.1.7, o variante del Reino Unido. Los CDC calculan que esta variante, que se contagia aparentemente con mayor facilidad, predomine en el país en un mes.
En este sentido, los expertos creen que el incremento en el número de muertes se debe a que en enero se disparó el número de casos, muchos de ellos por las reuniones de fin de año, por eso el Super Bowl preocupa.