De lo sublime a lo ridículo. Así se puede resumir la carrera política del exgobernador de Puebla, Mario M., quien hoy duerme en una celda en Cancún, Quintana Roo, donde deberá responder a las acusaciones de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho.
Atrás quedaron los momentos del Mario Plutarco que lucía triunfador y que se encaminaba a grandes posiciones, comenzando por la gubernatura de Puebla, a la que llegó con luces y aplausos, pero que dejó con rechiflas y el desprecio generalizado de la sociedad poblana.