La democracia mundial se deteriora

La democracia mundial se deteriora

El año pasado sumó un lustro de deterioro en las condiciones generales de democracia en el mundo. La calificación obtenida fue de 5.37 en una escala de 10, es el puntaje más bajo obtenido desde 2006 en que se empezó a medir este índice por la Unidad de Inteligencia del diario británico The Economist. ¿Fue la pandemia responsable de esta caída?

 

El índice de democracia mundial es calculado a partir de 60 indicadores agrupados en 5 categorías: pluralidad y elecciones, libertades civiles, participación política, funcionamiento del gobierno y cultura política. Las escalas de calificación clasifican a los países como democracias plenas (8-10 puntos), democracias imperfectas (6-8), regímenes híbridos (4-6) y regímenes autoritarios (menos de 4).

 

Los resultados para 2020 indican que, de un total de 167 países evaluados, sólo 23 (14%) pueden ser considerados democracias plenas, el mejor evaluado fue Noruega. Hay 52 países clasificados como democracias imperfectas (31%), entre ellos México que está en el lugar 72, un escalón arriba con respecto a 2019. Los regímenes híbridos los tienen 35 países, mientras que 57 tienen regímenes autoritarios, el peor evaluado es Corea del Norte, como se muestra en la gráfica 1.

 

Elaborado con datos de The Economist Intelligence Unit

 

Lo anterior significa, de acuerdo con este índice, que sólo el 8% de la población en el mundo vive en países democráticos. La región proporcionalmente más democrática es Europa, seguida de América, salvo por Venezuela y Cuba que salen muy mal evaluadas. La región menos democrática es África, seguida de Asia.

 

Si bien el promedio mundial ha disminuido de forma consecutiva desde 2015 cuando alcanzó el mayor puntaje (5.55), las condiciones que se impusieron para contener la pandemia de coronavirus contribuyeron de forma importante en una menor calificación, de forma particular cayeron los valores de las categorías libertades individuales y elecciones.

 

Incluso, países europeos que estaban calificados como democracias plenas, fueron degradados al nivel inferior por haber adoptado medidas como el confinamiento obligatorio, toques de queda o el uso de la fuerza. Los ciudadanos estaban en un dilema: perder temporalmente libertades individuales a cambio de preservar la vida. Aunque al principio muchos prefirieron perder libertades, no contaban que la pandemia iba a durar más de un año y en el largo plazo sobreviene el hartazgo. En los últimos días, Francia, España, Bélgica, Países Bajos y Alemania han sido escenario de protestas violentas contra la cuarentena obligatoria.

 

El tiempo puso de manifiesto que el uso de la fuerza no tuvo mejores efectos sobre aquellos países que no hicieron obligatorio el confinamiento, como nuestro país. Medido por la tasa de mortalidad por cada mil habitantes, los países europeos están peor evaluados que el nuestro. Hasta, la tan criticada Suecia -que no optó por ningún tipo de confinamiento-, tiene mejores resultados en el largo plazo. ¿Se acuerdan cuando la oposición pedía al gobierno que usara la fuerza?, ¿se acuerdan qué en algunos estados gobernados por la derecha recalcitrante, como Jalisco, aplicaron toques de queda y uso de la fuerza con saldos mortales? Hoy los expertos mundiales consultados por The Economist califican estas acciones como riesgosamente autoritarias.

 

Algunos países decidieron posponer sus procesos electorales, también perdieron calificación por ello. Tanto las encuestas de opinión pública, como la opinión de expertos, usadas por el índice, coinciden en que se cae en un alto riesgo de no respetar reglas legales y se vulnera el derecho de la libre elección de gobiernos. Por tanto, no es recomendable suspender los procesos. Ojalá la oposición actual revisara el informe y no insista en aplazar las elecciones de este año.

 

Las redes sociales también jugaron un papel fundamental, sólo que en esta ocasión fue contrario a las libertades. De acuerdo con el informe, las acciones de censura que realizaron las redes son contrarias a los principios democráticos; aunque se hayan justificado diciendo que censuraban a los negacionistas del virus, de las vacunas o del confinamiento, no pueden decidir unilateralmente ni acallar voces, todo lo contrario, debieron promover el debate. Las televisoras y los medios de prensa también censuraron voces que no les eran afines, entre ellas al expresidente Trump.

 

Por último, no hay que olvidar que la construcción de este índice responde a un imaginario occidental de “democracia”, que no necesariamente representa los intereses legítimos y soberanos de la organización de gobierno de cada país, por lo que no deberíamos tomarnos tan a pecho los resultados. Pero puede darnos luz para evaluar las decisiones que se toman en nuestro país, sobre todo en temas tan controvertidos como las acciones para mitigar la pandemia. Lo anterior retrata que no estamos ni cerquita de ser un país autoritario, en cambio, la derecha ha estado más cerca de asumir posiciones peligrosamente fascistas.

 

*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

 

Twitter: @BandalaCarlos