Myriam Arabian tiene un historial político de admirar.
Es de aquellas mujeres que trascienden en la vida pública por su carácter, animosidad, logros y una vena política natural.
Si algo tiene la ex coordinadora de México Libre en Puebla es lealtad, con sus principios, amistades y convicciones políticas.
Para muestra un botón.
En tiempos de Rafael Moreno Valle, fue la única panista que alcanzó una posición de secretaria.
El panismo tradicional siempre se quejó, a espaldas eso sí, de que Moreno Valle no hizo un gobierno azul.
Así, la posición de Miriam siempre fue destacada porque representaba la llegada del panismo a un lugar que se tardó años en conseguir.
Cuando Myriam rompió con Rafael, o más bien cuando él intentó subyugarla, ella dejó la secretaría.
Vaya dignidad.
Tal vez por eso es de las pocas que puede permanecer como una mujer auténtica en la política aldeana, llena de caras dobles y miradas suspicaces.
Tiempo después, Miriam Arabian apoyó a un amigo, el expresidente Felipe Calderón, en la integración de su partido: México Libre.
Se la jugó con el exmandatario hasta que el INE le negó el registro a este instituto.
Cualquiera diría que la participación de Miriam en las elecciones de este año ya no ocurriría.
Pero a otro partido que está cosechando bastantes buenos fichajes -aunque no todos- le interesó el perfil de la exsecretaria.
Resulta que para Movimiento Ciudadano es un asunto bastante avanzado el que Miriam Arabian sea su candidata a la presidencia municipal de Puebla capital.
Un fichaje de los buenos, porque -sobra decirlo- la expanista ha dado muestras de trabajo, lealtad y amabilidad toda su vida.
Bromista siempre y con una sonrisa grande.
Así recuerda este columnista a la ya futura candidata.
Es tiempo de las mujeres.
De las inteligentes y con experiencia.
Buen cambio de timón en MC, que cambia a un misógino por una candidata femenina.
Y es que también hay una mano con experiencia que se ve detrás de esas buenas decisiones.
Ah pero ese es tema de otra columna.
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