Científicos detectan por primera vez el fenómeno del “rayo azul” 

Científicos detectan por primera vez el fenómeno del “rayo azul” 

Foto: Pixabay

Por primera vez en la historia, científicos han registrado el extraño fenómeno del "rayo azul", desde el primer microsegundo de su génesis y su posterior propagación en la estratosfera. 

 

La observación del insólito fenómeno estuvo a cargo de un equipo internacional de científicos en el que participa la Universitat de València (UV), y han determinado que el "rayo azul" repercute en el calentamiento de las zonas más altas de la atmósfera terrestre y al Circuito Eléctrico Global (CEG), dice el informe publicado en la revista Nature. 

 

Los rayos son producto de la separación de cargas eléctricas que se produce en el interior de una tormenta, lo cual genera un movimiento ionizador de los elementos de la atmósfera, que da lugar a las potentes descargas que se desplazan unas veces desde las nubes al suelo o viceversa. 

 

Pero los llamados "rayos azules" son sucesos raros que aparecen como chorros muy azules e intensos que ascienden desde la nube hacia las partes más altas de la atmósfera. Se originan entre 10 y 15 kilómetros de altura desde las nubes, ascienden en la atmósfera y solo pueden ser observados desde el espacio. También son llamados "blue jets, blue glimpses y blue starters", según lo publicado en el informe. 

 

El equipo de investigadores ha establecido la relación –al microsegundo–entre el rayo progenitor y su evolución en forma de luz ascendente, lo cual "nunca antes se había conseguido". 

 

Fue en febrero de 2019 que, gracias a las imágenes obtenidas por el observatorio espacial Atmosphere Interactions Monitor (ASIM), los especialistas registraron cinco erupciones muy violentas cerca de la isla de Nauru en el Pacífico Central. 

 

"Se trata de erupciones de plasma que se originan a 16 kilómetros de altura desde la nube y parten, en cuestión de microsegundos, hacia las zonas más altas de la estratosfera", indica la publicación. 

 

El fenómeno tuvo una duración de 20 microsegundos, una señal cien veces más intensa de lo habitual en el llamado fotómetro azul (337 nm). Los científicos deducen que la imagen tiene forma de cono y su apertura aumenta a medida que la emisión progresa en sus 196 microsegundos de duración y sube a la atmósfera hasta llegar a los 56 kilómetros de altura. 

 

"Es la primera vez que podemos correlacionar un rayo progenitor con la emisión predominante en el azul y propagándose hacia las partes más altas de la atmósfera", explicó el astrofísico de la Universitat de València. 

 

Además, el equipo de científicos ya planea "evaluar la frecuencia de los rayos azules y su contribución a la carga total que se mueve en el CEG. Este es nuestro reto para los próximos años", concluye el informe. 

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