Muertes de ballenas grises en costa norteamericana preocupan a científicos

Muertes de ballenas grises en costa norteamericana preocupan a científicos

Foto: Pixabay

Desde 2019, la población de ballenas grises a lo largo de la costa oeste de América del Norte está desapareciendo a un ritmo alarmante.

 

Los enormes mamíferos marinos han sido diezmados por un llamado inusual evento de mortalidad —UME, por sus siglas en inglés—, es decir, un fenómeno inesperado en el que fallece un número significativo de animales.

 

De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOOA) de EEUU, este UME ha resultado en 386 muertes de ballenas grises en 2019 y 2020, pero posiblemente muchas más casos no han sido registrados. El problema, cabe destacar, persiste, por lo que más animales morirán en los próximos meses.

 

Los científicos no tienen total certeza del motivo de la muerte de los animales. Un estudio, publicado recientemente en la revista Marine Ecology, sugiere que la probable causa del incidente es la inanición debido a la falta de presas.

 

La ballena gris habita exclusivamente la zona norte del océano Pacífico y migra anualmente entre las zonas de alimentación en el mar de Bering —entre Alaska y Rusia—, en donde se queda durante el verano boreal, y las zonas de reproducción a lo largo de Baja California Sur (México), en donde pasa el invierno boreal. Los animales nadan más de 6.500 kilómetros en cada sentido anualmente.

 

Imágenes de las ballenas, registradas a través de un avanzado sistema de monitoreo por drones en la costa de México, han revelado que los animales se han vuelto más delgados a lo largo de los últimos años. Fredrik Christiansen, científico de la Universidad de Aarhus en Dinamarca y autor principal de la investigación, considera que el culpable es la falta de alimentos en el mar de Bering.

 

"El hecho de que las ballenas grises ya llegaron en peores condiciones (lo que significa que probablemente ya estaban más delgadas al dejar sus áreas de alimentación) a México en 2018 y 2019, indica que hay menos presas en las áreas de alimentación o menos acceso a las presas", afirmó Christiansen a CBS News.

 

Para Steven Swartz, coautor del estudio y codirector del programa de investigación de ballenas grises LSIESP, existe la posibilidad de que la población de ballenas haya llegado a un punto en el que la competencia por la comida esté afectando a los mamíferos marinos, pero la explicación más probable está relacionada con los rápidos cambios en el Pacífico Norte, los cuales están "interrumpiendo los ciclos normales". De ser correcta la teoría, el número de fallecimientos podría incrementar todavía más en el futuro a medida que las aguas continúen calentándose debido al cambio climático.

 

"Dado el rápido calentamiento del Ártico, de hecho me preocupa que la disponibilidad de presas para las ballenas grises se vea afectada negativamente, lo que sin duda tendría fuertes efectos en el tamaño de la población de ballenas grises", dijo Christiansen.

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