
Mucho llamó la atención que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, justificara la pausa de dos semanas en la llegada de vacunas contra el COVID-19 señalando que el objetivo es ayudar con antígeno a países pobres, por petición expresa de la Organización de Naciones Unidas.
Lo anterior es algo que se debe subrayar debido a que al parecer el mandatario no tiene bien definido qué es un país pobre, pues aunque López Obrador no lo crea, México se mantiene como un país con marcada pobreza.