La ruta de la salida de Vanesa Barahona se explica en dos incidentes fundamentales: el grave caso de Interjet y el presunto desfalco cometido en la dependencia, según nos comenta personal de la dependencia, y que involucraría a estefanistas como Jorge Aguilar Corripio.
En efecto, el acontecimiento que dinamitó la permanencia de Barahona fue la firma de un convenio con Interjet para prometer el vuelo a Acapulco, Houston y Nueva York con prestaciones especiales para enfrentar la crisis de COVID-19 -supuestamente se establecerían protocolos innovadores de sanidad-.
Pero el viernes pasado, los trabajadores de la aerolínea iniciaron una huelga para reclamar cuatro meses de sueldos caídos. Cuando ocurrió la presentación del vuelo, el director general ejecutivo adjunto, Carlos del Valle, aseguró frente a empresarios del sector turístico, y ante Vanessa Barahona, que dicha huelga no ocurriría, que Interjet sería rescatada y que no habría problema con el anuncio que hizo la Secretaría de Turismo estatal con dichos vuelos.
Para comprobarlo, ¡incluso regaló viajes a los asistentes a la presentación de dichos vuelos!
Más el tiempo demostró el timo y Vanesa Barahona enfrentó las consecuencias de no haber consultado con mayor detalle la oferta de Carlos del Valle.
A este grave incidente que afectó la imagen de la secretaría estatal, hay que sumar el de los desfalcos que han llegado a los oídos del propio gobernador Miguel Barbosa, quien no tolera la corrupción.
Vanesa Barahona proviene del priismo del pasado, un priismo en el que coincidió con otro personaje lesivo para la administración estatal interina: Jorge Estefan Chidiac.
Barahona recargó en el estefanista Jorge Aguilar Corripio muchas de las operaciones que ahora investigará la Secretaría de la Función Pública. La gran investigación que persigue al exdiputado priista es la del nombramiento de responsables financieros en prácticamente todas las secretarías estatales en tiempos del Gobierno Interino.
Vanesa Barahona dio poder y decisión a perfiles como Aguilar Corripio además de ingresar a personajes rivales de la actual administración estatal. Algunas de las quejas que evidenciaron al estefanista fueron las que llegaron al propio Ejecutivo de adeudos con proveedores. Y entre estos adeudos pueden contarse la defraudación a floristas de Atlixco.
No es casualidad que Lorena Rubí Meza López sea la encargada de despacho, pues previamente trabajó como coordinadora de los Órganos Internos de Control de la Secretaría de la Función Pública.
Todavía el 19 de octubre, cuando fue presentado el vuelo en la Exhacienda de Chiautla, Aguilar Corripio y Barahona celebraban el “enorme logro estratégico” entre vino, viandas y tequila Don Ramón. Si abren los expedientes de ambos en la Secretaría, habrá más voces que denuncien mucho de sus operaciones.
La investigación irá en serio, porque el titular del Poder Ejecutivo ha sido enfático en cuanto al combate a los malos manejos administrativos. Después de todo, como dijo el gobernador la semana pasada en la reveladora entrevista del miércoles 6 de enero: “Yo no voy a tener ningún otro cargo después de ser gobernador. No voy a ir a otra campaña ni a otro debate. Por eso hago cosas que pueden ser hasta disruptivas”.